Brunch: The Beehive Boston

The Beehive es un restaurante y bar muy reconocido y una de las opciones más peculiares para hacer brunch en Boston. 

Salir a hacer brunch es una actividad social popular y aunque en los últimos años no esté tan de moda como hace tiempo, aún sigue siendo una costumbre ampliamente practicada. 

La oferta en Boston es bastante amplia, aunque con los años muchos restaurantes han ido abriendo y cerrando sus puertas, especialmente en los últimos años. 

Aún así por aquí tenemos muchas opciones, tanto para los que prefieran algo más tradicional, como para los que se atrevan con propuestas más atrevidas. 

The Beehive es una de las propuestas más atrevidas, en la que además de contar con un local con una decoración muy peculiar y ofrecer una carta con platos internacionales, también ofrece música en directo. 

Se encuentra en el South End, uno de los barrios más diversos de Boston, situado a pocos minutos del centro de la ciudad y al sur del exclusivo Back Bay. 

Este vecindario es conocido principalmente por su ambiente artístico y su oferta gastronómica y este restaurante se encuentra en una de sus calles principales.  

📍  Dirección:

541 Tremont St, 
Boston, MA 02116

Personalmente llevaba varios años queriendo probarlo, pero entre unas cosas y otras nunca había encontrado una oportunidad, hasta que este año me propusieron ir a hacer brunch por Boston y entre todas las opciones me pareció que este restaurante podría ser una de las mejores para esta ocasión. 

📹  Vídeo: 

Nosotros al ir acompañados, preferimos no tentar a la suerte y hacer reserva, algo que una vez allí pude comprobar que fue una buena decisión. 

Desafortunadamente lo de aparcar por allí ya es algo más complicado, aunque finalmente después de dar varias vueltas pudimos encontrar algo cerca y sin pagar nada. 

Si no es el caso, siempre podéis tener en cuenta algunas de estas opciones de aparcamiento que ya compartí por el blog. 

🚗  Aparcar en Boston

La fachada del restaurante puede pasar un poco desapercibida desde fuera, porque aunque junto a la puerta podemos ver un gran tablón con los menús y algo de información sobre sus próximos eventos, el letrero es bastante discreto. 

📹  Vídeo: 

Igual por la noche iluminado por todas esas bombillas destaca más, pero por el día su pequeño logo de una letra B roja con piernas sobre el letrero negro no destaca demasiado. 

Al entrar nos llevaron a sentarnos en la zona del bar arriba, cerca de la entrada, por lo que no hubiéramos podido disfrutar de la música en directo demasiado, una de las razones que nos llevaron a elegir este establecimiento. 

Así que pedimos al personal si podían darnos una mesa en los comedores de la planta baja, donde está el escenario y aunque tuvimos que esperar un poquito, nos cambiaron de mesa. 

Me alegro de que nos hubieran podido cambiar porque el ambiente abajo es totalmente diferente del que tienen en la zona del bar arriba. 

Lo único es que hay que bajar unas escaleras, que quizás para gente con problemas de movilidad no es muy conveniente, pero si no es vuestro caso, os recomiendo que intentéis conseguir una mesa allí. 

Ya desde que entras te das cuenta del ambiente bohemio del local, con esas grandes cortinas que te llevan directa al comedor principal. 

El comedor es muy amplio, aunque está medio dividido en dos zonas que se diferencian por la decoración y unas columnas. 

No pude ir a la otra zona, porque estaba muy lleno todo y era difícil moverse por allí, pero lo dejo pendiente para otra ocasión. 

Como veis en la imagen anterior, las mesitas son diminutas y además están todas muy cerca unas de otras, sin apenas espacio para poder moverse y casi ni respirar. 

La decoración muy variopinta y como he señalado antes, con un marcado estilo bohemio. 

Nuestra mesa estaba justo pegada al escenario, así que estábamos en primerísima fila. Menos mal que tiene una separación transparente 😅

Su carta, al menos para el brunch, que es lo único que hemos probado de momento, es muy sencilla, solo con unas pocas opciones de entrantes y de platos principales. Algo no demasiado común en la mayoría de establecimientos más tradicionales que también sirven brunch. 

📹  Vídeo: 

Los platos de la carta siguen el estilo de cocina Comfort Food, aunque con influencias exóticas de Oriente Medio, Europa del Este y también locales como el desayuno americano. 

Aún siendo una carta simple, tienen variedad de opciones sin gluten, veganas y vegetarianas. 

La carta de bebidas es también simple, pero con suficientes opciones diferentes de cócteles con y sin alcohol, refrescos, cervezas y vinos. 

Nosotros fuimos a lo sencillo y nos pedimos unas limonadas. 

 

Entre los platos seleccionamos los siguientes: 

Eggs Shakshuka $20 

Poached Eggs, North African-Style Tomato Sauce, Polenta, Toast *

Harissa Spiced Lamb +3 Curry Tofu Scramble+2

Este fue el plato que pidió Fran, que a él normalmente le gusta más probar las cosas más diferentes de la carta y en su caso le añadió el aguacate entre las opciones que tenía disponibles. 

Eggs Benedict 

House Salad, Special Sauce, House Made English Muffin Spinach & Zucchini 

19 Benton’s Country Ham 20 Brisket 22 Smoked Salmon Cake 22 

Este fue el plato que pedí yo y entre las opciones que había para complementarlo elegí el brisket, aunque no era lo que yo esperaba encontrar. 

Las cantidades no son enormes como suelen ser más comunes también en los establecimientos que sirven brunch más tradicionales, aún así eran generosas y con un plato principal hay de sobra para almorzar bien. 

Los platos estaban bien, nada espectacular, pero todo bueno. 

El servicio también fue correcto en todo momento y nos sirvieron todo bastante rápido, incluso cuando estaba todo lleno. 

En cuanto a la cuenta, me pareció un poco caro, no excesivo teniendo en cuenta que está en Boston y que aquí todo es caro y además los precios de los restaurantes han subido mucho en los últimos años como en todos lados.

Pero $5 por un vaso de limonada, $6 por añadir medio aguacate a un plato y los precios de los cócteles que eran casi como el de los platos, sí me parecieron algo excesivos. 

No comparto el total o el recibo porque como íbamos más, la cuenta incluía otras bebidas y platos que no he mostrado, pero a todo aquí hay que añadir más cantidades. 

Una de esas cantidades son los impuestos estatales, es decir los impuestos de Massachusetts que en restauración es el 6.25%, aunque aquí también añaden otro impuesto más local de la ciudad de Boston del 0.75%. 

Además añaden otro porcentaje del 6% extra cuando tienen música en directo que llaman Entertainment Fee, aunque está indicado en la carta. 

Y finalmente la propina que en Nueva Inglaterra al menos suele ser de un 20% de media, aunque puede estar entre el 18% y el 25%. 

Lo curioso es que en el recibo te indican que si después de todos los extras, incluida la propina, puedes dejar otra propina extra y te dan varias opciones con el total ya calculado del 2%, 3%, 5% o 7% y esto a mí ya me parece excesivo que lo incluyan. 

La música en directo la comparten en un calendario en su web, donde podéis ver también los eventos especiales que hay programados. 

📹  Vídeo: 

En conclusión es un sitio atípico, en el que se puede escuchar buena música en directo y se come bien, así que aunque el precio sea algo excesivo, es una opción más para considerar para algún plan especial. 

¿Qué te ha parecido? ¿Te animarías a probarlo?