Un turismo gastronómico al que no se puede tener acceso de otra manera, solo en directo, visitando sus restaurantes más icónicos y turísticos, probando sus platos más característicos e intentando conocer todas las partes de su gastronomía, la más tradicional, local y también la más popular o turística. Todo lo que el tiempo que dure mi estancia en esa ciudad me permita descubrir.
Recuerdos de viajes a través del paladar y también el olfato, que suelo guardar en la memoria como una parte esencial asociada con cada viaje y con cada ciudad que he ido visitando.
Quebec ha sido la tercera gran ciudad de Canadá a la que he viajado, las dos primeras fueron Toronto y Montreal. A ambas ciudades fui con unas expectativas generales bajas, debido a los comentarios y recomendaciones de amigos. Las dos me sorprendieron para bien, aunque en lo culinario Toronto superó por mucho a Montreal, lo que tengo que reconocer que fue una verdadera sorpresa totalmente inesperada.
Con Quebec en cambio tenía unas expectativas muy altas, en general y por supuesto también en lo culinario y me temo que sin llegar a decepcionarme del todo, no puedo decir que alcanzase el nivel de mis expectativas.
Para ser justa y crearme una opinión final, necesito volver, en unas fechas con menos aglomeraciones de turistas y dedicarle más tiempo a su gastronomía.
De momento me tengo que conformar con compartir estas opciones, las que yo visité en persona y sobre las que puedo escribir mis opiniones y recomendaciones personales.