Con los años me va gustando más la idea de cocinar yo en casa, ya que durante estas fechas los restaurantes suelen subir los precios y además, es más complicado encontrar mesa en todos lados. Aún así algunas veces nos resulta más sencillo salir fuera, sobre todo si la celebración cae en un día laboral como suele pasar por San Valentín.
Este año ha sido un poco especial, hemos comenzado el año sin mucho tiempo libre y con demasiadas cosas que se nos han ido juntando de golpe, entre ellas varios viajes. Por ello, hemos sido previsores y ante la posibilidad de quedarnos sin celebrar por falta de tiempo, hemos adelantado la celebración unos días y nos hemos dado un capricho mientras estábamos de viaje en Miami.
La primera ciudad que visité de Estados Unidos fue Miami, en enero del 2012 cuando aún no sabía que ese mismo año, poco después, comenzaríamos con el proceso para mudarnos a este país, misma costa, pero mucho más al norte, a la ciudad de Boston, que yo solo conocía a través de los viajes de Fran y las fotos que me mandaba desde que comenzó a trabajar aquí a principios del 2010.
En esa ocasión le acompañé a Miami durante un viaje de negocios y nos quedamos en el hotel Loews Miami Beach Hotel. No muy lejos de allí, en la misma calle, en el hotel SLS South Beach vi entonces el anuncio de la próxima apertura de The Bazaar by José Andrés.
Esa fue la primera vez que me encontraba con un restaurante de José Andrés y aún no estaba abierto, pero aunque haya tenido que esperar justo siete años, no me había olvidado y fue el primer restaurante al que fui nada más llegar a Miami Beach. Parece que es verdad eso que dicen que en la vida todo llega, con un poco de paciencia 😉
Después de estos años viviendo en Estados Unidos, no ha sido el primer restaurante de José Andrés que hemos visitado, incluso ya hemos tenido oportunidad de conocer al chef español durante varias ocasiones en la Universidad de Harvard, pero este era un asunto pendiente y me hizo mucha ilusión.
Todos ellos comparten el toque común de la cocina española, aunque cada uno con sus diferentes cartas e identidad que los hace únicos.
Por el momento, esta ha sido nuestra primera experiencia en The Bazaar by José Andrés y la ubicación que escogimos, la de Miami Beach, se caracteriza por sus toques con influencias latinas. Aunque también cuenta con algunos toques asiáticos, mayoritariamente de Singapur, ciudad con la que Miami comparte conexión a través del movimiento arquitectónico Art Déco.
1701 Collins Ave
Miami Beach, FL 33139
Nosotros no íbamos mal vestidos, de hecho piden etiqueta casual elegante, pero allí el estilo era más parecido a lo que nos pondríamos en Noche Vieja, pero en corto, lo más corto posible, al menos esa noche, que por cierto era viernes.
Al final decidimos entrar de todas formas y ver si sin reserva éramos capaces de conseguir mesa.
El comedor Rojo, más que un comedor parece un bar con una zona de barra y otra de mesas, elegante, pero algo más informal. Las ventajas de esta zona, es que el mejor lugar para ver el panorama que circula por allí, aunque también para ser visto.
Yo tengo alergia al pollo y al pavo, y aunque me parece asombroso que un restaurante de este nivel sirvan alguna de estas dos carnes, para mi desgracia, así es. Y lo peor de todo, es que usan el mismo aceite para freír las croquetas de pollo y el resto de los fritos que hay en la carta.
¿De verdad José Andrés?. ¿Croquetas de pollo en un restaurante de lujo?.
No tengo nada en contra de las croquetas, pero vamos que hay miles de ingredientes mucho más idóneos que el pollo para el nivel/precio del restaurante.
El restaurante es de estilo tapas, así que algunos de sus platos no son muy grandes, pero otros son más generosos. Igual que en Almería, nosotros comimos con cuatro tapas los dos, aunque aquí el precio no tiene nada que ver, como podéis imaginar.
A simple vista parece un bollo de pan normal, pero es completamente hueco y en realidad es como una corteza crujiente.
El restaurante es de estilo tapas, así que algunos de sus platos no son muy grandes, pero otros son más generosos. Igual que en Almería, nosotros comimos con cuatro tapas los dos, aunque aquí el precio no tiene nada que ver, como podéis imaginar.
"Cubano" $12
In Honor of Café Versailles
A simple vista parece un bollo de pan normal, pero es completamente hueco y en realidad es como una corteza crujiente.
Papas Canarias $10
Salty Wrinkled potatoes, mojo verde, mojo rojo
Cuban Coffee Rubbed Churrasco $22
Passion Fruit
Black Rossejat $24
Paella-style pasta, squid ink, shrimp, alioli
Otra recomendación para no perderse de este menú.
Fran se pidió una Estrella Damm Inedit Especial, la cerveza que creó Ferran Adrià, que tiene un coste de $10.
En general los precios me parecen elevados para el tipo de comida que sirven, aunque está claro que se paga por otras cosas más que por el valor real de los productos.
Aún así, nosotros hasta nos esperábamos que nos saliese más caro. El total de la cena fue de $94 antes de tasas y propinas, una suma que no es difícil de alcanzar en cualquier restaurante normal para una cena de dos personas.
Al final incluyendo los impuestos y la propina del 18% que ya te incluyen en el recibo, aunque te informan de que puedes dejar propina extra, el total de la cena fue de $119.38.
El precio total no nos pareció tan excesivo, teniendo en cuenta que estábamos en un hotel de lujo de una zona turística y que era uno de los restaurantes de José Andrés.
Key Lime Pie $12
José's Way
Chocolate Pecan Cookie $2
Earl Grey Cookie $2
Fran se pidió una Estrella Damm Inedit Especial, la cerveza que creó Ferran Adrià, que tiene un coste de $10.
En general los precios me parecen elevados para el tipo de comida que sirven, aunque está claro que se paga por otras cosas más que por el valor real de los productos.
Aún así, nosotros hasta nos esperábamos que nos saliese más caro. El total de la cena fue de $94 antes de tasas y propinas, una suma que no es difícil de alcanzar en cualquier restaurante normal para una cena de dos personas.
Al final incluyendo los impuestos y la propina del 18% que ya te incluyen en el recibo, aunque te informan de que puedes dejar propina extra, el total de la cena fue de $119.38.
El precio total no nos pareció tan excesivo, teniendo en cuenta que estábamos en un hotel de lujo de una zona turística y que era uno de los restaurantes de José Andrés.
Y como él mismo admitió, después de su guerra con el presidente del país, pues si había alguien que no lo conociese, ya es poco probable que siga sin saber de él.
Con el presidente actual no tiene buenas relaciones, en cambio es distinto con el anterior y su mujer, gracias a los también fue noticia en la prensa. Ya que fue a uno de sus restaurantes de Washington D.C al que acudió la pareja entonces presidencial, para celebrar sus cena de San Valentín. Curiosamente yo os lo conté en el blog por aquél entonces, ¿lo recordáis?.
Además como profesional titulada de hostelería y siendo española residente en Estados Unidos, conocer los restaurantes de José Andrés, es casi una obligación. En la medida que mis posibilidades me lo permitan, seguiré intentando visitar sus otras ubicaciones y diferentes restaurantes, que van desde food trucks hasta restaurantes de cocina de autor.
Y que por cierto, en breve ampliará negocio abriendo en Nueva York su mercado de productos españoles, que estoy deseando visitar. Se llama Little Spain y abrirá las puertas el día 15 de marzo.
Antes de esa fecha visitaremos Nueva York unos días a finales de febrero, pero supongo que podremos volver pronto para visitar este mercado y como siempre, ya lo encontraréis por el blog.
Anímate a dejar un comentario y participar en el blog, ayudándome a convertir este monólogo, en un diálogo más entretenido para todos 😜
Con el presidente actual no tiene buenas relaciones, en cambio es distinto con el anterior y su mujer, gracias a los también fue noticia en la prensa. Ya que fue a uno de sus restaurantes de Washington D.C al que acudió la pareja entonces presidencial, para celebrar sus cena de San Valentín. Curiosamente yo os lo conté en el blog por aquél entonces, ¿lo recordáis?.
Además como profesional titulada de hostelería y siendo española residente en Estados Unidos, conocer los restaurantes de José Andrés, es casi una obligación. En la medida que mis posibilidades me lo permitan, seguiré intentando visitar sus otras ubicaciones y diferentes restaurantes, que van desde food trucks hasta restaurantes de cocina de autor.
Y que por cierto, en breve ampliará negocio abriendo en Nueva York su mercado de productos españoles, que estoy deseando visitar. Se llama Little Spain y abrirá las puertas el día 15 de marzo.
Antes de esa fecha visitaremos Nueva York unos días a finales de febrero, pero supongo que podremos volver pronto para visitar este mercado y como siempre, ya lo encontraréis por el blog.
Anímate a dejar un comentario y participar en el blog, ayudándome a convertir este monólogo, en un diálogo más entretenido para todos 😜
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