Ponyhenge, así es como se conoce al peculiar Stonehenge de Massachusetts.
A simple vista, Stonehenge, uno de los monumentos más conocidos del mundo, no tiene nada que ver con esto, pero si analizamos un poco más y a pesar de las grandes diferencias, podemos encontrar algunas similitudes.
Al menos para intentar justificar el motivo por el que se conoce como Ponyhenge a un montón de caballitos de juguete colocados de forma estratégica, pero sin ningún motivo, sentido o explicación aparente.
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Si empezamos a analizar el nombre, lo primero que nos viene a la cabeza es el famoso e histórico monumento de finales del Neolítico, Stonehenge, en el que claramente podemos distinguir dos palabras inglesas Stone, que significa piedra y Henge, cuyo significado es más específico.
Según el Diccionario de Cambridge la definición de Henge es "a prehistoric circle of large stones or wooden objects", que en español sería un círculo prehistórico de grandes piedras u objetos de madera.
En este caso el Ponyhenge es un círculo formado por objetos de madera, concretamente caballitos de juguete o su primera parte del nombre, Pony, aunque ninguno es muy grande y obviamente tampoco son prehistóricos, a pesar de que son todos viejos, no llegan ni a antigüedades.
Otras "similitudes" por las que se le haya nombrado así podría ser por el ambiente enigmático que supuestamente rodea a ambas y por la relación que tienen como "cementerio", aunque en el caso estadounidense es más figurado que real.
Si bien en el caso del Ponyhenge, todo el enigma con el que han querido envolver esto en las redes sociales, no lo es tanto como a muchos les hubiese gustado.
Se encuentra en medio de una carretera local, a unos 30 kilómetros de Boston, concretamente en Lincoln, una pequeña población histórica de poco más de 6.000 habitantes cercana a Lexington y Concord.
📍 Dirección:
Lincoln, MA 01773
Está en medio de la nada, justo al cruzar la carretera hay un campo con ovejas y poco más, así que entiendo que quien lo encuentre por casualidad le pueda parecer raro o enigmático y hasta que se imagine que se trate de algún tipo de misterio sin resolver, tipo ¿qué hacen allí todos esos caballitos colocados en círculos?.
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Este habrá sido el caso de algunos, pero tampoco dudo que alguna gente haya puesto un poquito más para aprovechar y convertirlo en un misterio sin resolver, más atractivo para volverlo noticia o viral en las redes.
La realidad puede ser menos viral, al menos aquí, pero aún así no deja de ser curiosa y más aún para nosotros, que no estamos acostumbrados a estas cosas.
Todo comenzó con un abogado local, el propietario del terreno en el que se encuentra y su necesidad de deshacerse de uno de los juguetes de su hijo, que ya no usaba, su caballito de madera.
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Le dio pena tirarlo a la basura y como muchos ya sabéis, aquí es muy típico dejar cosas tiradas en las aceras con un cartelito en el que escriben Free, que es gratis, para que otra persona se lo lleve y lo aproveche.
Y así hizo, lo dejó en un terreno de su propiedad, lo que no se imaginaba es que ocurriese todo lo contrario a lo que pensaba, en vez de que alguien se lo llevase, lo que empezó a hacer la gente fue traerle más y dejarlos allí junto al suyo.
Llegó un momento en el que no sabía qué hacer con tantos, además reconoce que cuidar y mantener todos los caballitos se ha convertido en una tarea extra para él.
Lo que algunos señalan como misterio, no solo el hecho de encontrar todos los caballitos de juguete allí, además es que cambian de posición y también se renuevan, algunos viejos desaparecen y aparecen otros nuevos, no es más que el trabajo de este vecino.
Él se encarga de mantenerlos, seleccionar los que están en mejor estado, desechar los que ya tienen peor apariencia... en conclusión una tarea extra que requiere tiempo y que le ha tentado a terminar con todo.
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De momento, los sigue manteniendo, debido a que es consciente de la ilusión que provocan en niños y no tan niños que vienen a visitarlos desde otros puntos de Estados Unidos y que además, especialmente durante los meses en los que no se recomendaba salir, sirvieron a muchos vecinos como excusa para pasar unos minutos al aire libre y alejados de multitudes.
Y es que aunque no se cansa de animar a la gente a que se los lleven todos, aquí han terminado hasta celebrado una boda.
Algunos lo llaman cementerio de caballitos de juguete y lo encuentran tétrico.
O incluso lo ven como algo que añadir a una particular lista de sitios abandonados, algo que se ha puesto muy de moda en los últimos años y cuenta con numerosas cuentas en las redes sociales con una cantidad muy notable de seguidores.
A esta práctica se le conoce como Urbex, una actividad que consiste en visitar edificaciones deshabitadas, sitios medio derruidos, zonas abandonadas y documentarlo para subirlo a las redes sociales y compartirlo con todos.
En conclusión por mucho que algunos se empeñen en buscar misterios sobre el origen de los caballitos o sobre su posición, aquí el verdadero misterio es entender cómo funcionan las personas.
Es curioso como algunos se emocionan encontrando juguetes de su infancia, aislados, abandonados, pero sin estarlo, están todos juntos y reciben tantas visitas que puede que ninguno haya sido tan admirado ni en sus mejores días, cuando fueron un regalo nuevo de Navidad o de cumpleaños.
Tampoco deja de ser curioso las costumbres y características de los estadounidenses, una sociedad de sobra señalada como altamente consumista, que sin embargo siempre está dispuesta a donar o incluso comprar objetos de segunda mano, recogerlos de las calles y darles segundos usos a cosas que en nuestro país no veríamos ni con buenos ojos acercarnos.
Y lo más curioso de todo, cómo pasan en algunos momentos de la costumbre tan arraigada de dejar artículos usados que ya no necesitan en las puertas de sus casas para que otros se los lleven y los usen a decidir dejarles lo que ya no usan a otros como si tratase de una donación colectiva de artículos.
Serán cosas de Massachusetts, podría pensar, pero no estoy segura del todo... ¿conocéis algo similar en otras zonas?.
¿Qué os han parecido este conjunto de caballitos de juguete?. ¿Vosotros seríais más de los que se llevan alguno o de los que dejaría otro más allí?.
Como siempre esta singular historia la compartí primero en los vídeos de Instagram y también en una de las publicaciones que hice en esta red social.
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