El último año ha sido de muchos cambios, cambios que ya anunciaba que vendrían desde bastantes meses antes de que llegaran, pero que jamás hubiera imaginado que fuesen a nivel mundial y tan considerables, por decirlo de alguna manera.
Y esta racha continúa, parece que nuestra época de cambios aún no ha finalizado y seguimos tanteando la vida, experimentando con las opciones que nos vamos encontrando e imaginando nuevas oportunidades. Pero como la célebre frase que nos enseñó el mítico Un, Dos, Tres, "hasta aquí puedo leer".
Mientras os cuento como ha sido este Thanksgiving del 2020, de este año en el que todo ha cambiado, aunque en nuestro caso y a pesar de las falta de ánimos y ganas iniciales, ha traído un poco de "normalidad". Todo gracias a la continuidad de las nuevas tradiciones familiares, aunque ya no son tan nuevas que solo nos queda un año para la década.
Como muchos ya sabéis llevo tiempo intentando mudarme, esta ha sido una casa en la que no me he sentido cómoda, es más grande y es más nueva, pero nunca me ha dado la sensación de hogar. El problema es que mudarse en tiempos de pandemia en Massachusetts está siendo mucho más complicado de lo que ya era anteriormente y aunque contaba con ello, no pensaba que iba a ser tan extremo.