El domingo pasado se celebró en
Estados Unidos la fiesta del
5 de Mayo, como ya os comenté de pasada. Es una celebración de los mexicanos residentes en los
Estados Unidos, ya que en
México tiene un carácter diferente, en contraste con la celebración que hacen aquí cuyo significado es más como un día del orgullo mexicano.
Como ya ha pasado la fecha y en
Cambridge no hubo más celebración que el grupo de mariachis en el
MayFair, que yo supiese, dejo esta entrada para el próximo año. Pero añado un pequeño homenaje con una de sus recetas más representativas fuera de sus fronteras, aunque a mi manera, ya que nadie me ha enseñado a hacerlo de la manera tradicional.
¿Si hay algún voluntario para este u otro plato tradicional mexicano....??? Yo encantada de aprender.
En mi casa no ha sido raro ver aguacates, por algo está tan cerca la
Costa Tropical granadina, aunque nunca había preparado esta receta antes, ni consumido tampoco antes de llegar a
Ámsterdam.
Tengo que decir que la falta de sabor de la comida americana hace que las salsas aquí sean casi imprescindibles y ésta por ser una salsa sana y con muchas vitaminas, se ha convertido en uno de mis casi constantes en el menú semanal.
INGREDIENTES
Aguacates
Cebolla morada
Cilantro Fresco (opcional)
Tomates
Limón o Lima
Jalapeños en conserva
Cayena
Sal y Pimienta
ELABORACIÓN
Cortar la cebolla en brunoise o macedonia, en pequeños dados o un poco más grandes según nuestro gusto al igual que los jalapeños y la cayena.
Cortar los tomates en brunoise o macedonia como los anteriores ingredientes, hay quien prefiere pelarlos antes pero yo prefiero no desperdiciar la vitamina de la piel en esta receta.
Añadir zumo de limón y/o de lima.
Cortamos los aguacates por la mitad en sentido longitudinal y nos deshacemos del hueso que reservamos. Para extraer la pulpa nos podemos ayudar de una cucharilla o de una lengua de silicona.
Hay cacharros específicos, pero aunque me encantan, incluso los menos útiles, creo que me apaño perfectamente con la lengua de silicona.
Se va reservando la pulpa del guacamole en un bol, le añadimos un poco de zumo de limón para que no se oxide demasiado. Trituramos con un tenedor un poco o según la consistencia deseada. También podemos triturar todos los ingredientes con la batidora...
Añadimos los otros ingredientes y sazonamos con sal y pimienta al gusto.
Cortamos unas hojas de cilantro y las añadimos picadas ligeramente.
Este paso lo solía hacer siempre, pero los últimos años he decidido no añadir cilantro. Me gusta mucho más así, pero os recomiendo que probéis con cilantro y sin él y decidáis cuál os gusta más.
Probamos y rectificamos de sal, pimienta, zumos...
Si no lo vamos a consumir en el momento debemos guardarlo en el frigorífico dentro de un recipiente cerrado herméticamente y cubierto con papel de film.
Podemos añadir un par de los huesos de los guacamoles para intentar frenar un poco el proceso de oxidación.
¡¡Listo para consumir!!
Hay quien le añade yogurt o incluso plátano, pero a mí me gusta más así... simplemente con el aguacate.
¡A disfrutar!!
Uno de las elaboraciones con las que más suelo acompañar esta salsa es con los nachos con queso. En esta ocasión usé nachos sin gluten y los acompañé de mozarella, chorizo y una salsa de tomate casera con cebolla y ajos.
Los nachos con queso, yo solo uso mozarella porque no me sienta mal a pesar de ser intolerante a la lactosa, también los suelo acompañar de crema agria o sour cream.
La sour cream que uso sin lactosa es la de Green Valley y los nachos sin gluten que compro son los de la marca Siete.
Además de chorizo, otras veces uso tocino, carne picada, bacon... es un plato con muchas posibilidades para experimentar.
¿Cómo os gusta más a vosotros? ¿Tenéis algunas otras marcas para recomendar? ¿Guacamole con o sin cilantro?