La costa sur de
Massachusetts, exceptuando
Cape Cod y las islas
Martha’s Vineyard y
Nantucket, no tiene el encanto de las poblaciones costeras de la costa norte de este estado. Y aunque es una opinión personal y discutible, ni siquiera la calidad de la oferta gastronómica es comparable.
En cambio sí tienen historia y algunos atractivos turísticos, que pese a no acompañar con el resto de la ciudad, merecen ser visitados.
En el
Bristol County de
Massachusetts, que no hay confundir con el vecino del estado de
Rhode Island, se encuentran dos ciudades que he visitado y de las que me he llevado una impresión similar.
Una de ellas es
Fall River, la que una vez fue una prospera ciudad de
Massachusetts y que en la actualidad no vive sus mejores momentos, por decirlo de una manera poco crítica.
En este blog ya escribí unas entradas sobre uno de sus museos más conocidos, el
Battleship Cove, un museo naval en el que se encuentra la mayor colección del mundo de buques militares de la
Segunda Guerra Mundial.
🚢 Battleship Cove: Museo Naval y Marítimo de Fall River
⚓ Visita al USS Massachusetts en el Museo Battleship Cove
Aunque lo que mayor protagonismo mediático ha generado sobre esta ciudad a nivel nacional, ha sido uno de los asesinatos sin resolver más macabros de la historia de este país.
Tuvo lugar hace muchos años y aún en la actualidad se sigue hablando del caso de la asesina del hacha, una historia que inspiró varias películas, series de televisión y hasta ha sido protagonista de programas de fenómenos paranormales entre otros.
Podéis leer toda la información sobre este suceso y sobre la casa en el que tuvo lugar, en la actualidad un museo y también hostal, pinchando en los siguientes enlaces:
🔨 Lizzie Borden, La Asesina del Hacha
🏨 Lizzie Borden: Bed & Breakfast Museum
La otra ciudad es su vecina
New Bedford, muy cercana en cuanto a localización y también con una historia paralela.
New Bedford es una ciudad, con más de
90.000 habitantes es una de las ciudades más pobladas de
Massachusetts. Inicialmente sus habitantes, principalmente llegaban desde
Inglaterra,
Escocia o
Holanda, aunque en el siglo
XIX también acogió un gran número de inmigrantes provenientes de
Irlanda y a finales de ese mismo siglo también de
Portugal y de sus territorios como las
Azores o
Madeira.
En esa época,
New Bedford atrajo a tantos inmigrantes gracias a su fuerte y próspera industria ballenera, que la convirtió en uno de los puertos más importantes del mundo dedicados a este sector. De hecho, se ganó el apodo "
The Whaling City", la ciudad de las ballenas.
Con el descubrimiento del petróleo, el aceite de ballena dejó de ser rentable y la industria ballenera junto con la ciudad de
New Bedford comenzó un periodo de declive económico del que no ha logrado salir desde el año
1859.