Han pasado unos días desde ese trágico lunes, al final decidí que el miércoles ya era hora de empezar a salir e intentar hacer vida lo más normal posible, teniendo en cuenta que ni siquiera se habían detenido a los culpables y podían estar cerca.
Mi primera salida fue al
Isabella Stewart Gardner Museum en
Boston, aprovechando que algunos museos de la ciudad han abierto sus puertas al público gratuitamente "para aquellos que necesitan un lugar hermoso para la paz y el consuelo", el miércoles fue el
Gardner Museum y el martes fueron el
ICA (
The Institute of Contemporary Art/Boston) y el
MFA (
Museum of Fine Arts), aunque el martes era demasiado pronto para pensar en salir, el miércoles me animé un poco y decidí ir.
La parada de metro más cercana a mi casa es la de
Harvard Square Station, un lugar sin duda emblemático y que considero lo suficiente peligroso como para intentar evitar, así que decidí ir en bus.
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Rose Lincoln/Harvard Staff Photographer |
No me gusta publicar fotos que no he hecho yo, pero en este caso hago una excepción con esta foto que han publicado en la página de la
Universidad de Harvard en la que se ve la entrada al metro en la parada de
Harvard de la
Línea Roja.
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http://news.harvard.edu/gazette/story/2013/04/how-the-attack-affects-our-lives/
Durante mi corto viaje en autobús puede ver que en la calle todo parecía haber vuelto a la normalidad, excepto por un mensaje que se podía leer en el bus que advertía a los pasajeros para que denunciaran cualquier artículo o mochila sospechosa que pudiésemos observar y la alta presencia policial y militar.
Sin exagerar, había presencia policial en cada esquina de
Massachusetts Ave. en el barrio de
Back Bay, controlando el tráfico en cada semáforo, en cada paso de peatones, en las puertas de los hoteles militares armados junto al botones del hotel.
Por lo menos hasta la parada de
Symphony justo antes de girar hacía
Huntington Ave. donde el ambiente era mucho más normal, lleno de estudiantes de la
Northeastern University que parecía seguir con sus actividades diarias.
Al salir de la visita al Museo estuvimos cerca de la zona de la Maratón por
Copley Place, tan cerca como era posible estar, ya que todo estaba acordonado fuertemente por militares.
También pude observar filas de furgonetas y caravanas de los distintos medios de comunicación que se encontraban agrupados junto a las zonas acordonadas por las autoridades. Mucha actividad de fotógrafos y cámaras.
Ayer intentado seguir con la normalidad, volví a las clases de inglés de la
Biblioteca Pública de Cambridge donde entre los estudiantes se encontraba un chico de
Arabia Saudita. El grupo anoche fue bastante reducido y pasamos la mayor parte del tiempo hablando sobre los terribles sucesos del lunes y como nosotros lo habíamos vivido.
Me preguntaron qué había pasado con el
Consulado Español e intenté explicar como pude la situación. Todos se asombraron y el chico de Arabia me respondió que a ellos su consulado les llamó personalmente para asegurarse de si necesitaban algo, además de pedirles que no intervinieran en ninguna disputa o reaccionaran ante ningún comentario que pudiesen recibir de ninguna forma.
Nos contó que el primer sospechoso que se barajó fue una chico de su país que además era amigo suyo. Nos habló sobre la pesadilla que sufrió durante esos días viendo sus datos y fotos en todos los medios de comunicación y encontrándose herido y sólo en el hospital. También nos contó que pensaba en denunciar a uno de los periódicos y que lo más seguro es que volviese de vuelta a su país en cuento le fuese posible.
Al salir de clases vi un e-mail de la lista Iberia de españoles, que como cada jueves noche se reúne en un pub Irlandés entre
Central Square y el
M.I.T. Anoche pensé en ir, pero no me encontraba con demasiados ánimos....Pocas horas después desde casa escuchaba un bullicio de sirenas que me dejó sin poder dormir....algo pasaba....pero al menos nosotros, esta vez, estábamos en casa.
* Todas las fotos, excepto la de la parada de metro de Harvard Square, son fotos personales mías.