Acabamos de vivir la Super Bowl 56, aunque la 10 para nosotros como residentes en Nueva Inglaterra, tierra de los New England Patriots, que como ya sabéis después de unos años de éxitos, están un poco desaparecidos en este evento.
Quizás ese sea el motivo por el que en estos últimos dos años encuentro menos entusiasmo por este evento en los supermercados. Un entusiasmo que en otros años se traducía con pasillos llenos de productos enfocados en este evento, que recordemos, es el segundo día del año en el que más bebidas y comida se consumen en Estados Unidos.
Un día en el que cantidades exageradas de cerveza y aperitivos son esenciales en cualquier casa de este país, en el que se presta atención a los anuncios, incluso más que al mismo partido y en el que se supone que el espectáculo del medio tiempo nos tiene que levantar de las sillas, incluso cuando a esa hora ya sea difícil moverse.
Volviendo a los supermercados, por aquí ese entusiasmo/productos, está en horas bajas. En un principio pensé que podría ser debido a esta situación que estamos viviendo y que como todos sabemos, no anima mucho a reunirse, aunque por otro lado, también es cierto que ahora la gente suele optar más por verlo desde casa, así que debería de incrementar la venta en supermercados.
Ahora estoy más inclinada por pensar que la ausencia de los Patriots en este evento, es una causa más impactante que cualquier otra en el despliegue de productos orientados a la Super Bowl en estos últimos años.
En Massachusetts, días antes, pude encontrar algo en el Wegmans, genérico de la Super Bowl, pero no demasiado.
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En Wilson Farm en cambio fue donde más variedad y productos orientados a la Super Bowl pude encontrar, incluso muchos días antes del evento.
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Y además, la decoración temática era en apoyo a los Patriots, lo único que encontré del equipo local.
En los supermercados de New Hampshire, a los que fui el mismo día del partido, el domingo de la Super Bowl, apenas nada.