Nueva York es nuestra gran ciudad vecina, así que viviendo en
Boston son muchas las ocasiones en las que visitamos la
Gran Manzana.
Muchos de nuestros primeros viajes a esta ciudad tenían una finalidad únicamente turística. Algunas veces escapadas nuestras de fin de semana para conocer los puntos claves y otras acompañados de la familia cuando nos visita en
Boston, lo que eran auténticos maratones de visitas a monumentos y puntos turísticos.
En los últimos años nuestras estancias en
Nueva York han sido básicamente por motivos laborales, aunque también hemos disfrutado de algún fin de semana de desconexión de la rutina diaria.
Esos en los que apetece salir de casa y aunque sea a última hora y sin nada planeado, meterse en el coche sin ninguna dirección fija, pero que casualmente nos ha llevado a
Manhattan por un par de días, sin planes, sin horarios, sin visitas turísticas, solo para desconectar de lo cotidiano. Solo para pasar horas en una bonita cafetería charlando, planeando únicamente qué vamos a comer o cenar ese día.
Con todas estas excursiones a
Nueva York, hemos tenido la oportunidad de hospedarnos en varios sitios diferentes, apartamentos de alquiler y hoteles.
Cuando hemos viajado con la familia hemos preferido alquilar apartamentos, que por cierto han estado muy bien de precio, pero cuando buscamos para dos personas, los precios son iguales o incluso más elevados que los que ofrecen algunos hoteles.
Por eso, siempre que hemos pasado la noche en
Nueva York los dos solos, nos hemos hospedado en hoteles.