
Sugar Hill es un pintoresco pueblecito en las montañas de New Hampshire, con un curioso nombre que seguro no deja indiferente a nadie, especialmente a ningún Sweet Tooth, o goloso, como diríamos en español.
La Colina de Azúcar, la traducción en español del nombre de esta pequeña población, viene por las grandes arboledas de arces azucareros que crecen en esta zona.
Se encuentra dentro de los límites de Grafton County, en la frontera estatal central oeste, separado del estado de Vermont por el río Connecticut. Siendo uno de los cinco condados originales que fueron establecidos en New Hampshire y el segundo condado más grande por tamaño de todo el estado.
Sugar Hill lo podemos encontrar al oeste de Franconia y el sur de Littleton, en la parte occidental de las White Mountains.

En cuanto a su historia como pueblo, no se remonta muy atrás, ya que no fue hasta el año 1962 cuando se convirtió oficialmente en un pueblo, siendo la última incorporación de una población al estado de New Hampshire.
Anterior a esto era un resort victoriano que atraía a artistas y a familias adineradas para estancias vacacionales y que pertenecía a la población vecina de Lisbon.
Había varios hoteles populares entre las familias adineradas que buscaban escapar de los veranos calurosos, húmedos y con mayor contaminación de las grandes ciudades cercanas, especialmente de Boston o Nueva York.
Aquí disfrutaban del aire fresco y de las espectaculares vistas de las montañas, de las White Mountains en New Hampshire y de las Green Mountains de Vermont.
Algunas de las cadenas montañosas que podemos ver son las cordilleras Presidential, Franconia, Kinsman y la montaña Dalton.

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Esos grandes hoteles desaparecieron con la llegada de los coches y la facilidad para moverse de un sitio a otro, sin tener que alojarse por largos periodos de tiempo, pero allí aún queda una de las atracciones de las que disfrutaban esas familias, el Sugar Hill House Golf Course.
Este campo de golf, el más antiguo de New Hampshire fue inaugurado en el año 1897 y se encuentra inscrito en el Registro de Lugares Históricos del Estado de New Hampshire.
Gracias a otro de los resort que había aquí en esa época, el Peckett's-on-Sugar Hill Inn, en 1929 se creó la primera escuela de esquí de Estados Unidos.
Hoy solo queda una placa histórica de la escuela en la que un día aprendieron a esquiar personalidades como Nelson Rockefeller y Lowell Thomas.

Es la New Hampshire Historical Marker No. 73 y la puedes encontrar a un lado de la carretera, en el margen derecho en la entrada a la población, cerca de un campo de vacas.

Otra personalidad que también disfrutó de los veranos en Sugar Hill fue Bette Davis, la reconocida actriz nacida en Lowell, Massachusetts.
En la actualidad esta pequeña población que no llega ni a los 700 habitantes es conocida como “Lupine Capital” la capital de los lupinos.

Cada junio sus campos se llenan con los colores de estas bonitas flores que aunque no es una especie nativa, se pueden encontrar en toda la zona norte de Nueva Inglaterra.
En total hay más de 250 variedades diferentes de esta planta, aunque la que ahora crece salvaje por los campos de New Hampshire, Vermont y Maine no es la variedad nativa de esta región que ahora se considera casi extinta, es una variedad invasora que fue introducida en la década de 1950.

En Sugar Hill durante las últimas décadas se ha celebrado un festival anual que atraía a miles de personas, aunque en los últimos años se había descontrolado bastante la situación y la paz de los pocos residentes de esta pequeña y normalmente tranquila población.
Desafortunadamente entre los visitantes no faltaban los que se atrevían incluso a allanar propiedades privadas entre otras muchas conductas incívicas.
Con el comienzo de la pandemia se canceló el festival, que de momento no ha sido restablecido y tampoco hay muchas expectativas de que vuelva a celebrarse. Al menos a corto plazo, ya que muchos de los vecinos han llegado a incluso arrancar los lupinos para intentar evitar las masificaciones que llegaban a Sugar Hill cada junio.
Aún así se pueden ver por varios sitios y como la población es muy pequeña, con dar una vuelta en coche por allí, podremos ver algunos de los campos en los que se permite entrar.

Es fácil identificarlos, hay más gente y además hay caminitos hechos para entrar al campo sin dañar la vegetación.
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Además es muy aconsejable no salirse de los caminos porque en las zonas de hierbas hay garrapatas y algunas son portadoras de la enfermedad de Lyme, que por cierto fue descubierta no muy lejos de aquí, en Lyme, Connecticut.
Estos campos también atraen a artistas que podemos ver allí pintando cuadros de este colorido paisaje.
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La mayoría de los lupinos que vemos por aquí son de color lila, pero también podemos encontrar algunos azules o rosas.

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Menos comunes, pero además también hay unos de color blanco o aún más raros incluso naranjas.

También podemos encontrarlos junto a una de las atracciones turísticas y gastronómicas más conocidas de Sugar Hill, un establecimiento que realmente hace honor al nombre de esta población, Polly’s Pancake Parlor.

Es un restaurante familiar abierto desde 1938 y famoso por sus tortitas americanas acompañadas con sirope de arce o productos derivados.

Puedes leer más sobre este establecimiento tradicional pinchando en el siguiente enlace:
🥞 Polly's Pancake Parlor en New Hampshire
Además del restaurante también cuenta con una pequeña tiendecita con productos de sirope de arce, algunos dulces y objetos de recuerdo o de regalo locales.
Otro de los locales más visitados es Harman’s Cheese & Country Store, un comercio abierto desde 1955 y especializado en queso Cheddar blanco elaborado en el estado de Nueva York.
📍 Dirección:
Sugar Hill, NH 03586
No es difícil encontrarlo, porque el pueblo es muy pequeño, pero aseguraros de que está abierto antes de ir porque nosotros nos lo hemos encontrado hasta ahora cerrado.
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Y aunque no es un comercio, otra de las visitas que no podemos perdernos en esta pequeña población es una de las Iglesias más fotografiadas de Nueva Inglaterra, St. Matthew’s Chapel.

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Una pequeña capilla de la Iglesia Episcopal que se hizo muy popular en las redes sociales por su encanto de Iglesia típica de Nueva Inglaterra, con una estructura blanca y alargada.
Además de encontrarse en un entorno único, especialmente durante junio rodeada de campos de lupinos o en otoño con el color de las hojas.
📍 Dirección:
The Birches Rd, Sugar Hill, NH 03586
Desafortunadamente los campos que rodean a esta capilla, han sido algunos de entre los que han arrancado todos los lupinos, por lo que este año no hemos podido disfrutar de la imagen de la capilla blanca rodeada de estas coloridas plantas.
Aún así sigue mereciendo la pena una breve visita para poder contemplar esta bonita estructura y quizás con un poco de suerte, incluso poder visitar su interior.
St. Matthew’s Chapel solo abre durante los veranos, normalmente desde el último domingo de junio o el primero de julio y hasta el fin de semana de Labor Day en septiembre, cuando se da por finalizada la temporada estival en Estados Unidos.
Durante mi visita de este año estaba aún cerrada, pero al ser un día caluroso de finales de la primavera, habían ido para ventilarla en preparación de la nueva temporada de unos días después.
Mientras me acercaba para fotografiarla con el móvil, una amable señora me invitó a entrar para poder ver el interior, especialmente sus vidrieras, una de ellas de Tiffanys, de las que estaba muy orgullosa.

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Según me contó, sus padres las recuperaron de una vieja iglesia que iba demolida en Cold Spring Harbor, en Long Island, Nueva York y las trajeron aquí, porque su padre decía que una en concreto, en la que se ve un paisaje de montañas y un río, debía estar en New Hampshire.

También me contó un poco de la historia de esta capilla, cuya piedra angular fue colocada en 1893 y fue dedicada el 30 de agosto del año siguiente.

En 2019 tuvieron que moverla de sitio porque la madera del suelo se comenzó a inflar y se dieron cuenta de que había sido construida sobre un arroyo, así que necesitaban estabilizar los cimientos e instalar un drenaje.
Me habló de la foto que hay a la entrada, en la que se ve a un grupo de personas durante la construcción de esta capilla.

En total no estuve mucho dentro, pero me quedo con la amabilidad de esta vecina de Sugar Hill y con una de las frases que me dijo sobre que muchos habían visto esta capilla por fuera, pero no todos habían tenido la oportunidad de verla por dentro.

Y como no sé si tendréis la misma oportunidad, comparto algunas de las fotos que hice allí dentro ese día.


Y por cierto, aunque en esta entrada solo muestro vacas, en Sugar Hill y en toda esta región, no es difícil encontrarse con otros animales como osos y alces.
Aunque yo de momento aún no he visto ninguno, así que me conformo con estas bonitas vacas de las Tierras Altas que al igual que las Oreo, también son originarias de Escocia.

Y con esto finalizo esta visita a Sugar Hill, la población más joven de New Hampshire, pequeña, pero pintoresca y con suficiente encanto como para incluirla en cualquier excursión por estas montañas.
¿Conocías ya Sugar Hill? ¿Sería una parada que incluirías en una visita a las White Mountains?
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