He tenido un poco abandonado el blog durante este mes que hemos estado en
España de vacaciones, nuestro primer regreso en casi dos años, pero ya estoy de vuelta con energías renovadas.
Empiezo contando algo de las vacaciones, de los viajes en concreto. Aunque bueno... resumo el de ida en unas pocas palabras y una foto y ya pasamos a la vuelta ;)
Viaje en avión tranquilo. Los nuevos aviones de Iberia están muy bien y las pantallas para poder ver películas hacen que el vuelo se pase mucho más ameno.
Llegada a
Madrid para la entrevista, para saber más sobre la entrevista en la
Embajada Americana pinchar en el enlace:
🇺🇸 Entrevista en la Embajada Americana
Sin mucho respiro y bastante prisa hacía
Chamartín para viajar en el
Talgo, el tren más viejo que debe quedar en
España, y el más lento!!! Insufribles cada parada en poblaciones de unos 3.000 habitantes con unos 35 minutos en coche de distancia unas de otras.
Viaje de vuelta.
Vuelta al
Talgo. Un viaje de
7 horas de duración con un pequeño bar que a parte de refrescos y algunos bocadillos (si quedan), no tiene mucho más. En esta ocasión el tren iba lleno y supongo que por ello reduce el número de paradas.
Al ir lleno nos cambian a
Preferente (palabra que usan para llamar a Primera en
Renfe). Pero la única diferencia es que los asientos son un poco más anchos y por ello la parte derecha va con asientos individuales. Como habíamos comprado en turista, había asientos que no existían. Por suerte nos dieron dos asientos juntos y en sentido de la marcha tras algunas "protestillas".
En resumen que no merece la pena pagar un billete de
Preferente en el
Talgo, a no ser que valores mucho, pero mucho, unos centímetros de más en el asiento.
Nos ahorramos las fotos porque son deprimentes. Aprovecho para reivindicar el
AVE a
Almería YA!! Bueno si puede ser que llegue a
El Ejido, que total ya por pedir...
Como había que hacer noche nos quedamos en el
Hotel Axor y sinceramente barato si es, pero no merece la pena. Si eres fumador este es tu hotel sin duda. Venden tabaco en una máquina en la entrada y eso es una pista sutil del olor que encontraremos en todo el hotel.
Muy moderno, muy bonito y menos mal que sólo fue una noche!!. ¿Desde cuándo se puede fumar en los hoteles?? y ¿Vender Tabaco?? creo que eso se había prohibido como por el año 2.000 más o menos, ¿no?? Casi que son preguntas retóricas, mejor ni saber la respuesta...
Y el vuelo, este si que fue en primera. En Iberia lo llaman
Business Plus, pero da igual el nombre que le pongan, eso es viajar en
Primera Clase de toda la vida y aquí si tiene sentido, si te sobra el dinero, claro.
Ha sido mi primera experiencia volando en primera clase, así que os la cuento.
Lista para entrar en el grupo 3, es decir de los últimos en poder entrar al avión y de repente me pasan el billete y empieza a pitar. Me dicen que tengo que esperar. Fran pasa tras varios intentos de la azafata. Pregunto que pasa con mi billete y me dicen que un cambio de asiento, que me ponen en Primera.
Y yo que tras unos cuantos vuelos ya, la mayoría con
Iberia, me pensaba que esto era un leyenda urbana, me pongo a pensar en Fran y que tendríamos que estar separados durante el vuelo así que protesto.
La azafata me mira con cara de no me lo creo que me protestes y me recuerda que es un cambio a Primera. Así que decido callarme y pasar a buscar a Fran. Me anima a disfrutar de mi primera experiencia en Primera y esto es lo que encontré.
Los asientos son mucho más grandes y privados. En los laterales son individuales y en el centro de dos. El asiento se hace cama, pero además hay espacio suficiente cuando está en posición de asiento para poder estar de pie. Tiene varios compartimentos para guardar cosas, el cinturón es acolchado, un mando, la pantalla es más grande, hay cascos....
Las fotos las hice con el móvil y no tienen mucha calidad :(
Al entrar te ofrecen periódicos o revistas, luego toallitas húmedas. Antes de despegar pasan ofreciendo agua, cava o zumo de naranja.
Una vez que el avión ha despegado pasan ofreciendo bebidas y un aperitivo a elegir entre frutos secos o aceitunas. Todo en vasos de cristal y vajilla de loza, como se ve en la foto.
La sobrecargo del avión pasa individualmente presentándose a cada pasajero y ofreciendo su ayuda durante la duración del vuelo.
Tras el aperitivo pasan entregando las bolsitas de relax.
Calcetines, cepillo y crema de dientes, peine, totos, calzador, antifaz, tapones de los oídos y bolsita para los zapatos dentro de un neceser.
Antes del almuerzo pasan ofreciendo más bebidas aunque en el bar podemos coger la que queramos nosotros mismos, además de bolsitas de frutos secos.
Antes de cada comida pasan ofreciendo una toallita caliente para lavarnos las manos en un platito de loza, lo retiran nos dejan la carta del menú con opciones para elegir en el primer plato y el postre y la carta de vinos.
Entrantes.
Pan caliente y aceite de oliva virgen extra.
Gazpacho con huevo.
Ventresca de atún con tomate y cebolleta.
Vinagreta de vinagre balsámico al Pedro Ximénez.
Ensalada de endivias, berros y pera con queso azul.
Queso de cabra Viejo Maestro con uvas.
Te dan a elegir entre pan blanco, chapata o integral.
Platos Principales.
Guiso de pollo de corral con cebollitas, boletus y ciruelas.
Bacalao rebozado con salsa vizcaína y patata machacada con judías verdes.
Canelones de tomate, mozzarella y aceitunas con salsa bechamel.
Yo elegí el bacalao.
Postres.
Helado de nata y piñones caramelizados con perlas de chocolate.
Tartaleta de yogur y frambuesa.
Yo pedí el helado.
Café, infusiones y licores.
A media tarde
Jamón, lomo y salchichón ibéricos, queso manchego.
Tomate y aceite de oliva virgen extra.
Fruta fresca de temporada.
Café e infusiones.
Mientras la mayoría duermen dejan una botellita de agua mineral a cada pasajero.
Los aseos también son diferentes. Además de más espacio, los detalles. Hay crema para el cuerpo y agua termal para el rostro.
Minutos antes de finalizar el vuelo la sobrecargo vuelve a pasar preguntando a cada pasajero por su vuelo. Y al aterrizar, son los primeros en salir.
Conclusión: merecen mucho la pena, aunque el precio, al menos para mí, es imposible.