Este año terminamos con cambios, aunque realmente creo que no somos demasiado conscientes aún de ellos, estamos intentando asimilar todo, pero no nos íbamos a quedar sin celebrar estas fiestas.
Si durante la Nochebuena no me atreví a realizar compra por aquí, la hice entre Massachusetts y Maine, en sitios que ya conocía. En cambio en Nochevieja me he arriesgado un poco a probar los comercios locales de Portsmouth.
Tradicionalmente solíamos tener una cena de Nochevieja más ligera, porque teníamos que salir corriendo lo antes posible hacia la First Night en Boston. Así que algo de mariscos, lo menos pesado posible, para que no nos entrase mucha pereza y cancelásemos los planes.
Este año el plan, como el de casi todo el año, ha sido quedarnos en casa los dos solos. Así que en estas circunstancias y más en invierno, lo mejor era hacerlo al menos con la nevera llena.
Además este año, decidí no arriesgar demasiado y comprar la tarde antes de Nochevieja, ya que en Boston ese día está todo abierto, pero por aquí arriba igual no o no hay tantas opciones o tienen otros horarios.
He empezado probando suerte en una pescadería local que me dio muy buena impresión por fuera, todo muy idílico, típica casita al lado del agua, de película.