Después de todas estas fechas señaladas, una tras otra y de no parar de comer en cada momento, apetece algo más light aunque con el frío que está haciendo por lo menos tiene que ser algo caliente.
Como también hemos abusado un poco de la carne y el marisco he pensado preparar algo con pescado y verduras.
Además hace ya tiempo que leí sobre un "nuevo" ingrediente, el
ajo negro. En realidad, no es nuevo porque es ajo normal y corriente pero se fermenta hasta conseguir ese color y ese aspecto tan característico que lo hace parecer exótico. Aunque no es sólo su aspecto lo que cambia con la fermentación, su textura y sabor son diferentes.
Incluso afirman que sus propiedades multiplican a las de los ajos comunes, pero eso es algo que yo no puedo comprobar, aunque al menos si que es cierto que no se repite como el ajo común, ni deja el mal sabor u olor tras ser ingerido.
Lo que podemos apreciar a simple vista es su exterior, más seco y de color marrón. Cuando lo pelamos, el gajo es negro intenso y su textura es blanda casi como gelatina, además mancha.
Su olor es fuerte y su sabor algo dulce pero con notas ácidas.... la verdad es que el sabor cambia bastante al de ajo común, hay que probarlo pero al menos a mí me gusta.