viernes, 4 de noviembre de 2022

Décimo Aniversario en Nueva Inglaterra

Décimo Aniversario en Nueva Inglaterra


Poco antes de que el mundo cambiase tan abruptamente, nosotros ya habíamos superado una gran meta, la de los diez años juntos. 

Diez años desde que unos veinteañeros completamente desconocidos se encuentran en medio de un parque en un país extranjero, a las pocas horas de haber aterrizado allí. A pesar de ser los dos de la misma pequeña provincia, tuvieron que llegar a ese sitio, a ese lago en mitad de Vondelpark en la ciudad de Ámsterdam para encontrarse y lo más importante, para no volver a separarse más. 

Uno llegó en avión un viernes, la otra en tren unas horas después, ya sábado y ese mismo día nuestras vidas se cruzaron y comenzó nuestra aventura. 

Este verano, volvimos a celebrar otra meta importante, la del décimo aniversario de la boda. Esa atípica boda en Gibraltar en la que nada podía salir menos parecido a lo normal. La que nunca se iba a casar, allí estaba celebrando dos bodas el mismo día, una en inglés, la oficial y otra en español.

Buena premonición de lo que nos esperaba, un mundo en dos idiomas, una carrera de obstáculos como la de la boda, un no parar de no salirnos planes tal y como los imaginábamos, pero que al final todos y cada uno de ellos, esos reversos del destino, no han sido más que lecciones de la vida. 

Esas lecciones nos han enseñado a no planear tanto, por mucho que nos empeñemos el destino ya tiene sus propios planes y muchas veces merece la pena dejarse llevar, sin perdernos en el camino, pero sin tantos recelos injustificados por lo que nos depara la vida. 


Reloj en el Great Hall de Faneuil Hall en Boston


En estos tiempos tan inciertos, aún seguimos celebrando, con más motivo ahora. Por primera vez en estos diez años hemos vuelto por segundo año consecutivo a España y con viaje a Gibraltar incluido para volver diez años después al lugar exacto donde tuvo lugar nuestra boda. 


Jardín Botánico de Gibraltar y Nuestras Alianzas


Hemos dormido en el hotel de Algeciras donde celebramos esa noche con la familia y amigos. Y lo más curioso es que reservamos exactamente la misma habitación sin saberlo, hasta que llegamos allí. Como no nos lo podíamos creer, tuvimos que contrastarlo con recepción, que nos confirmó mirando en sus archivos que era exactamente la misma.  


Hotel Reina Cristina en Algeciras, Cádiz


Y hemos vuelto a nuestra vida en Estados Unidos, donde ahora cumplimos los diez años como residentes en Nueva Inglaterra


Octubre del 2022 en Boston, Massachusetts


Diez años en los que hemos salido de nuestra zona de confort muchas veces y aún así no hemos perdido las ganas de seguir haciéndolo.  


Octubre del 2022 en Boston, Massachusetts


Después de tres mudanzas, una fuera del estado, dos visados de no inmigrante, con algunas renovaciones y una residencia permanente que nos llegó a último momento, cuando ya casi dábamos todo por perdido y con casi un año de diferencia, la mía más tarde, cuando lo solicitamos todo juntos y como matrimonio. 


Vistas desde la Casa del Lago en New Hampshire


Diez años en los que además hemos conseguido una ciudadanía y hay otra en proceso, que suponemos que no tardará mucho ya, con lo que terminaremos todos los procesos migratorios que tantas noches sin dormir nos han costado. 


Décimo Aniversario en Nueva Inglaterra


  📹  Vídeo: 



Diez años pueden parecer muchos para unas cosas, también pocos, pero si lo pensamos detenidamente, una década es probablemente una décima parte de toda una vida y nosotros la hemos vivido aquí, nuestra década de los veintitantos y treintaitantos.  

Y esa veinteañera que comenzó todo este proceso migratorio a Estados Unidos si saber muy bien nada de lo que le tenía reservado el futuro, ya ha entrado en los cuarenta, recién estrenados, pero ya cumplidos, aunque aún tenemos otros cuarenta que celebrar, pero aún tardarán unos unos años en llegar. 


Tarta Cumpleaños de Fran 2022


Y aún sin casa propia, esa meta se nos resiste, pero ahora tenemos las ideas más claras. Y además somos conscientes de que aunque tardemos en encontrar lo que queremos, al final toda espera habrá merecido la pena, porque el destino ha jugado con nosotros siempre, pero hasta ahora nunca nos ha fallado y siempre nos ha recompensado la paciencia. 

Hemos tenido que ampliar terreno, buscar fuera de nuestro Boston, al que siempre consideraremos hogar aquí, sin perderlo de vista, pero añadiendo unas pocas millas más de distancia que ya no me permiten volver andando desde casa para recorrer todas sus calles como he hecho casi a diario en esta última década. 


Sello del Boston Public Garden


Me costó mucho, después de tantos años, dejar de usar el campus principal de la Universidad de Harvard como mi patio trasero. ¡Qué fácil es acostumbrarse a lo bueno en la vida!.  


Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts


Tenemos mucho que agradecer a Boston y a Cambridge, porque nosotros no elegimos estas ciudades de Estados Unidos, el destino se encargó de enviarnos aquí y al destino y a estas ciudades les debemos mucho. 


Octubre en Faneuil Hall, Boston


Si en vez de aquí, hubiéramos comenzando nuestra aventura estadounidense en otras ciudades, puede que nos hubiéramos adaptado igual de bien, puede que nos hubiera ido mejor incluso, eso es algo que nunca sabremos, pero yo tengo la convicción de que estas ciudades nos facilitaron dentro de todo ese caos las cosas. 


Cambridge, Massachusetts


De momento no vemos posible volver a residir en ellas, especialmente a corto plazo, pero seguiremos teniéndolas tan cerca como para ir de vez en cuando simplemente a tomarnos un matcha.


Matcha y Hōjicha en el Ogawa, Boston

Matcha de Rosas en el Ogawa, Boston


Y de momento con eso me conformo, aunque reconozco que son muchos matchas... 


Helado del Café Maiko en Boston

Café Maiko en Boston


La casa no es el único sueño sin cumplir, seguimos con algunos pendientes, además vamos incorporando nuevos a la lista infinita de los deseos. 

Seguimos con ganas de viajar, a pesar de haber interrumpido nuestra rutina de viajes más o menos frecuentes, para solo coger aviones en las dos ocasiones que hemos ido a España en estos últimos años.   


Vistas Aéreas de la Provincia de Almería


Hemos salido de nuestro encierro voluntario, aunque los aviones aún se nos resisten, al menos con la frecuencia anterior, pero eso no nos ha impedido cruzar fronteras e incluso conocer una nueva ciudad fuera de las fronteras de este país. 

Hemos podido explorar mejor Canadá, volviendo a algunas de sus ciudades que aunque ya conocíamos, ahora conocemos un poquito mejor. 


Quebec en Navidad


Y también conociendo una nueva, nada más y menos que su capital, Ottawa, todo un descubrimiento. 


Centennial Flame en Parliament Hill, Ottawa


También nos hemos dedicado a conocer mejor esta región en la que hemos decidido que nos gustaría establecernos y en la que después de diez años aún nos queda mucho por explorar, sitios a los que volver y otros nuevos por conocer. 

Nuestra vida social se ha visto reducida drásticamente y no puedo decir que no eche de menos esos momentos, pero hemos incorporado nuevas amistades a nuestro círculo y tampoco puedo decir que no me gusten más los vecinos actuales que los que tuve antes. 


Nuevo Vecino en New Hampshire


Hemos conseguido una sensación de permanencia, pero sin perder la ilusión que siempre nos ha empujado a conocer y vivir nuevas experiencias. 

Además alguno por aquí al conseguir esta nueva ciudadanía ha decidido seguir el ejemplo de sus ahora compatriotas y celebrar todo lo que se pueda. 

No con decoraciones en la fachada de una casa que aún no tenemos en propiedad, en eso seguimos más el ejemplo de los compatriotas de nacimiento, con comida siempre, las celebraciones con comida rica y con buena compañía. 

Y hoy nos toca celebrar, estos diez años, estos logros, esta adaptación a un mundo nuevo que no ha sido fácil, pero ha sido divertida, porque ha sido por elección propia y porque después de cada obstáculo, hemos visto recompensas, algunas solo satisfacción personal por la superación de esos problemas, pero al final recompensas y todo cuenta. 


Vistas desde la Casa del Lago en Noviembre


Porque como os digo en la última publicación de Instagram, vive siempre donde seas feliz, donde hasta lo negativo consigas transformarlo en positivo, vive donde puedas y cómo puedas, pero sin sentirte obligado o atrapado. 

Y si aún no has conseguido encontrar ese lugar, ¡no te rindas!. 



La vida no es fácil, para algunos más que para otros, pero dentro de nuestras posibilidades, cada uno las propias, todos tenemos la opción de mejorarla. Solo tenemos que ser conscientes de nuestras limitaciones y luchar y esforzarse al máximo por llegar tan lejos como podamos. 

Diez años por aquí y diez años compartiendo toda esta aventura con vosotros


Panorámica desde la Casa del Lago en New Hampshire


Yo ya estoy lista para celebrar esta meta y seguir hasta la próxima, ¿y vosotros?. 


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