
Este año que termina hemos visitado en tres ocasiones el estado de Nevada, dos de ellas hemos estado en Las Vegas y aunque hemos ido por motivos laborales, también hemos disfrutado de unos días libres extra por esa zona del país.
La última de esas visitas la hemos realizado en diciembre, por lo que no era temporada alta, aunque hemos disfrutado de las decoraciones de Navidad de esta luminosa y brillante ciudad.
Aunque suelo publicar entradas con bastante frecuencia, siempre les doy preferencia a las entradas sobre Boston y llevo las de los viajes que hacemos con mucho retraso, así que aún queda bastante para que podáis leer sobre esos viajes por aquí.
De todas formas no quería dejar pasar la oportunidad y la fecha en la que estamos y al menos mostrar las fotos de las decoraciones de Navidad que hice por allí.
En este segundo viaje a Las Vegas para mí y tercero para Fran, tenía dudas de lo que iba a encontrar allí en esta época de navidades. No parece un destino muy adecuado, ni tampoco popular para estas fiestas familiares y hasta tenía duda con el clima que nos encontraríamos por allí.
Respecto al clima, por las previsiones que miraba por internet, no parecía que iba a ver mucha diferencia con el que anunciaban para Boston en esos días. Algo extraño teniendo en cuenta que cada vez que decía que iba a Las Vegas, la gente por aquí me comentaba entre media sonrisa, que iba a la soleada o templada Las Vegas.
La realidad fue que el día que llegamos casi nos asamos de calor, me fui con ropa de invierno, aunque no de nieve. Pero el resto del tiempo no hizo tanto calor y los jersey no sobraban para nada. Alcanzamos los 4 grados, así que de templada nada o al menos no es lo que yo entiendo por templada. Claro que en Boston esos días estuvo nevando, la primera nevada de la temporada.
De hecho, fue algo "curioso" ver como un mendigo estaba en mitad del día y sin preocupaciones, intentando robar una sudadera de las que hay expuestas en los maniquíes en la puerta de unas de las tiendas. El hombre iba preparado con unas tijeras y todo, aunque parece que se le resistía el cable y mientras la gente lo observaba, pero sin escandalizarse demasiado, el hombre seguía con su tarea.
En cuanto a las decoraciones navideñas tengo que decir que también tenía curiosidad. Ya suponía que habría algo, pero en un bulevar en el que no cabe ni una luz más, en unos hoteles en los que el dorado, los adornos y los brillos no dejan casi hueco, ¿dónde pueden colocar los adornos de Navidad?.