Granjas de Massachusetts: Cider Hill Farm

Esta es otra de esas granjas en las que aprovechamos el fin del verano para combinar una excursión con dos objetivos principales, comer marisco, incluyendo por supuesto langosta, y visitar una granja para saciar nuestra necesidad de dulce 😜

En la entrada anterior compartí nuestra excursión a una de las granjas de New Hampshire, Applecrest Farm. En esa ocasión, primero fuimos a comer langosta y luego a la granja a tomarnos el helado, tartas y dónuts de sidra para merendar.

Podéis encontrar esa entrada en el siguiente enlace:

🍎  Granjas de New Hampshire: Applecrest Farm

En esta ocasión, decidimos visitar una de las granjas de la costa norte de Massachusetts que aún no conocíamos y que ya llevaba tiempo en mi lista de próximos objetivos.

Y por supuesto, salimos con la misma idea de aprovechar las últimas semanas de verano para disfrutar de una langosta, aunque en esta ocasión decidimos invertir el orden e ir primero a desayunar a la granja.

Tengo que decir que fue una excelente decisión y que tuvimos la suerte de encontrarnos una de las granjas más bonitas que he visitado, y eso que es un poco complicado comparar con tan buenas alternativas.

Esta granja, Cider Mill Farm, se encuentra en la localidad de Amesbury en Massachusetts, aunque ya casi en el límite con el vecino estado de New Hampshire.

Desde Boston hay una distancia en coche de aproximadamente una hora, y si no hay prisa por llegar, pasa por varias localidades costeras encantadoras del norte de Massachusetts en las que poder parar o a la ida o a la vuelta, para aprovechar mejor el viaje.

📍 La dirección de esta granja es:

45 Fern Ave, 
Amesbury, MA 01913

No sólo tuvimos suerte porque la granja es ideal, además elegimos un día perfecto, soleado, pero fresquito, de esos días que se puede desayunar fuera, mientras te nutres con los rayos de sol calentando tu piel sin que molesten. En definitiva, un típico e ideal día de otoño de Nueva Inglaterra que tuvimos la suerte de disfrutar a finales de este pasado verano.

⏰  Esta granja esta abierta todos los días desde las 8:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde.

Lo primero que llamó mi atención al llegar fue la variedad de flores que decoraban casi cada rincón de esta preciosa granja.

Y poco después una pequeña terraza, que me enamoró enseguida. Desde que llegamos aquí no nos hemos mudado nunca, nos encanta la casa y la localización, pero echo mucho de menos dos cosas, una terraza y una chimenea.

Nada más verla, ya tenía claro donde iba a desayunar, así que la siguiente tarea era buscar el desayuno perfecto para disfrutarlo allí, en el exterior.

Y esa tarea no era nada complicada, bueno un poco entre tanto que elegir, pero teníamos la tienda de la granja justo al lado.

Esta tienda es una de las más bonitas que he visto, no es demasiado grande, pero tiene un poco de todo y muchas opciones dulces.

Esa fue la parte más complicada del día, elegir los dulces para el desayuno, aunque al final lo hicimos un poco menos complicado y elegimos también algunos para llevarnos para la merienda 😜 ¡Lo sé, no tengo remedio!

De entre su amplia variedad de dulces, destaca uno de los más populares de las granjas de Nueva Inglaterra, los cider donuts.

Estos roscos de sidra son diferentes a la mayoría de los que he ido probando en estos años, los elaborados de la forma más tradicional.

Y esto es sólo una opción personal, pero me quedo con el sabor de estos, que es más parecido al de los dónuts o berlinesas que nosotros conocemos que al de los roscos. 

Así que por el momento, estos son mis cider donuts preferidos de Nueva Inglaterra. ¿Tenéis algunos preferidos? ¿Alguna otra recomendación que no haya probado para comparar?

En la zona de la pastelería, también vendían pan y me quedé con las ganas de probarlo, aunque no compramos porque ese día ya tenía en casa, aunque lo probaré la próxima vez que visite esta granja.

Además, había una cesta con algunos productos del día anterior un poco más baratos.

Y unos cristales que dejan ver la zona de la pastelería, aunque en ese momento no estaban trabajando.

Como podéis ver en la foto anterior, si os fijáis en el cristal, veréis que anuncian un tour y degustación de muestras de sidra de manzana en el sótano de la tienda.

Hicieron una mientras nosotros estábamos allí, aunque nos pilló desayunando y estábamos tan relajados y tranquilos que pese a que teníamos intención de asistir, no nos movimos de la terraza. Lo dejamos para otra ocasión.

Como todas las tiendas de las granjas venden vegetales y frutas.

Y además, algunos artículos de decoración o menaje con motivos rústicos y otoñales.

En cuanto a la bebida, me pareció que es el punto débil de esta tienda, aunque hay un frigo con algunas opciones, pero no demasiadas, y también venden vinos y otras bebidas alcohólicas.

Sin embargo, no encontré la sidra de manzana, debía ser un poco pronto para esta temporada, aunque ya la había encontrado el fin de semana anterior en otra granja.

De todas formas no fue mucho problema porque justo al lado hay una cafetería, más bien es un remolque tipo food truck, The PitchFORK.

Allí compramos unas limonadas artesanas deliciosas, un poco caras, pero que merecieron la pena.

También se pueden comprar limonadas de otros sabores como las de arándanos o fresas y por la pinta que tenían, me quedé con las ganas, aunque ya era demasiado para un desayuno.

Y aunque nosotros ya teníamos en mente ir a buscar una langosta a alguno de los pueblos costeros cercanos para el almuerzo, allí también se pueden comprar algo para comer.

Esta fue nuestra selección de dulces para el desayuno, que por supuesto no nos pudimos comer, más teniendo en cuenta que compramos media docena de cider donuts.

Por cierto, el cobbler de melocotón estaba delicioso y tuve la suerte de encontrarlo en oferta a dos por uno.

Después de ese desayuno tan consistente nos dimos una vuelta por la granja y algunos de sus huertos.

Primero visitamos la zona de las gallinas, un corral enorme con cientos de gallinas.

Algunas de ellas lograban salir entre las rejas y pasearse por la zona tranquilamente.

En esa zona había varias mesas de picnic y también unos singulares columpios hechos con neumáticos con forma de caballos.

También había un par de cabras.

Al dirigirnos a la zona de los huertos, nos encontramos con un pequeño riachuelo lleno de juncos y mariposas.

Y una zona infantil para los más pequeños con una caja de arena gigante y una área con triciclos.

También hay un tractor con remolque para llegar hasta los huertos, ya que está un poco empinado y las distancias no son muy cortas.

Yo de todas formas sólo di un pequeño paseo por el campo de maíz y de el huerto de los arándanos.

Estas son algunas de las fotos que hice en el campo de maíz.

Y aquí en el huerto de arándanos.

En definitiva disfrutamos mucho de la tranquilidad y del aire fresco y es una excursión que sin duda repetiremos en cuanto volvamos a tener la oportunidad.

Después de ese desayuno idílico y de ese rato de calma, nos fuimos a por nuestras langostas. Hay muchas buenas opciones cercanas, tanto en la costa norte de Massachusetts, como en la costa sur de New Hampshire, aunque nosotros queríamos probar algún sitio nuevo.

Ya conocemos bastantes sitios, en algunos hemos repetido más de dos veces, y aunque aún nos quedan algunos, la lista se va reduciendo año tras año. De todas formas en esa ocasión descubrimos un sitio nuevo, diferente al resto, pero que nos gustó también.

Ya os hablaré de este restaurante en una próxima entrada.

🔔  Enlace Próximamente Aquí.

De momento, podéis encontrar algunas ideas en esta selección de chiringuitos para comer langosta y otros mariscos típicos de Nueva Inglaterra, pinchando en el siguiente enlace:

🍤  Lobster Shacks en la Costa Norte de Massachusetts

¿Conocíais esta granja? ¿Soléis visitar granjas? ¿Alguna recomendación?

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