
El pasado sábado 20 de enero se celebró el evento anual al que yo bauticé como el San Antón americano, además este año por casualidad ha caído en el mismo día que nuestra celebración.
Varias son las similitudes que me hicieron llamar a este evento así, pero básicamente la hoguera y los animales son comunes en las dos celebraciones, aunque también hay muchas diferencias.
En entradas anteriores que escribí sobre este evento, ya os conté un poco como celebrábamos nosotros el día de San Antón en mi ciudad.
También os mostré la visita que hicimos a la granja histórica que hay allí, la Spencer Peirce Little Farm y los detalles de cada una de las dos visitas anteriores.
Podéis encontrar esas entradas en los siguientes enlaces:
🔥 Hogueras Americanas: Old Newbury Bonfire 2016
🔥 Old Newbury Bonfire 2017 & Spencer Peirce Little Farm House
Este ha sido el tercer año consecutivo que vamos y lo más destacable ha sido el clima. El primer año nos llovió, no muy fuerte, pero sin parar y fue bastante incómodo. El segundo año no llovió nada, pero hacía mucho frío. Sin embargo, este año ni ha llovido, ni tampoco ha hecho frío.

A pesar del frío tan intenso que hemos tenido a finales del 2017 y principios del 2018, ahora llevamos unos días de tregua con temperaturas sobre los 8°C, lo que aquí en Boston significa, al parecer, que se puede salir a la calle en pantalones cortitos.
Nosotros salimos de casa sobre el medio día, ya que el evento comenzaba a las 3:00 pm y está a una hora en coche desde Boston hacía el norte. Íbamos preparados para temperaturas mucho más bajas de lo que habíamos visto en la previsión meteorológica, pero era un evento en el exterior y por la noche, así que mejor que sobre precaución en estos casos. De todas maneras no nos pusimos el chaquetón y lo dejamos guardado en el maletero, pero había mucha gente en la calle y algunos vestidos como si fuese verano.
Al llegar allí fuimos directamente a la granja en la que se organiza el evento, Tendercrop Farm.

Allí estuvimos un rato viendo a los animales y después aprovechamos para hacer la compra y nos vinimos con leche fresca, huevos, carne y algunos vegetales.



Nuestro plan era ir a Newburyport a merendar algo, pero nos entretuvimos por el camino porque nos encontramos con un accidente y algunas obras, así que nos fuimos directamente a la zona de la hoguera.
Allí hay que pagar $10 por poder aparcar, el doble de lo que costaba el primer año, aunque este año por lo menos no ha subido respecto al año anterior.
Una vez allí vi que este año sí que había Fried Dough y como el año pasado me quedé con las ganas, compramos dos para los tres. Esta especie de torta de masa frita es lo que más me recuerda a los churros por aquí, aunque en esta ocasión no tuvimos muy buena suerte y acabamos tirando sobre la mitad.
No me deja de sorprender que el puesto lo llevasen dos niños pequeños junto al padre, pero al fin y al cabo quienes nos atendieron eran niños, no adolescentes. A parte del detalle, el Fried Dough estaba muy aceitoso y además el aceite tenía sabor a rancio.

De hecho después nos pusimos pachuchos con la barriga y no sabemos si fue por eso o porque la cena nos sentó mal, aunque para cenar no compartimos comida. Yo siempre tengo la regla de no comer nada de los puestos de la calle, así que parece que si me salto mis propias reglas no termina la cosa muy bien 😓
La hoguera como cada año se compone de árboles de navidad y aunque este año nos parecía más pequeña, era una buena montaña de árboles y se notaba también por el olor que desprendían.


Además este año el cielo tenía un color especialmente bonito y más durante el atardecer.

Había más gente en general, pero echamos de menos algunas actividades como la demostración que hicieron los bomberos el primer año.





El escultor de hielo estaba este año también y su escultura era simple, pero era interesante ver como la esculpía.


📹 Vídeo
Volvimos a verla terminada, pero ya estaban todos los niños encima, así que no puede hacer muy buenas fotos. La escultura era llamas de fuego.

También estaban los pequeños fuegos en los que la gente calentaba sus S'mores, este año más llenos de niños que otros años, aunque no es un niño el que sujeta esta mujer.

Como veis en las fotos había muchos perros por allí, pero desde luego que este era el que más llamaba la atención.

Además también estaban los animales que ya os he enseñado en las otras entradas de los años anteriores.


Estuvimos a punto de volver a entrar a la granja museo, aunque ya era casi la hora de que encendiesen el fuego y decidimos volver cerca de la hoguera.


Se supone que la encendían a las 5:00 pm y mientras que se hacía la hora, dimos una vuelta por los puestos de comida. Uno de los que más triunfaban era el que vendía cerveza, pero los de comida también tenían colas interminables.

Otra vez estaba este de la barbacoa gigante colgada con el cazo de la sopa.


Y también el del restaurante de barbacoa cercano al que fuimos el año pasado.

Este año decidimos repetir, ya que prefiero sentarme a comer, sin hacer colas y además no me gusta comer nada de lo que sirven en la calle y ahora menos.
También estuvimos un rato viendo al presentador del evento que estaba animando con canciones y con preguntas, principalmente a los niños, sobre los equipos deportivos de Boston.


Cuando casi era la hora, nos acercamos a la hoguera que ya estaba rodeada por muchísima gente. No fueron nada puntuales y aunque no hacía frío, el suelo estaba lleno de nieve. Yo al final no me puse ni guantes, ni gorro ni todo lo que había llevado para protegerme del frío, se estaba bien con la ropa de abrigo y nada más.

Este año encendieron el fuego muy rápido, en nada comenzó a arder todo y entonces si que hacía calor.



📹 Vídeo
Los bomberos empezaron a tirar las coronas de Navidad como todos los años...



Y después de estar allí un rato viendo las llamas consumir todos los árboles, decidimos irnos a comer.



Como ya he mencionado fuimos al sitio de barbacoa cercano en el que estuvimos el año pasado, el restaurante The American BBQ.

Nosotros pedimos un combinado de pulled pork y de slice beef brisket con dos refrescos por $24.96.


Nuestra amiga pidió un plato de quesadillas y un refresco por $14.07.

La comida no es espectacular, pero el sitio es auténtico con las decoraciones americanas.


¡Tienen palomitas gratis!


No sé si la comida no estaba muy bien o si realmente fue el Fried Dough, pero por la noche tuvimos dolor de barriga y no comimos nada más, así que en todo caso no me queda mucha gana de volver a comer en ninguno de los dos sitios.
Nos quedamos con la noche tan especial que pasamos entre los colores azules del cielo, el blanco de la nieve del suelo y el verde los árboles que dio paso a los naranjas y rojos de las llamas. Al olor a verde y al olor a leña quemándose y a la buena compañía de una amiga que vamos a echar mucho de menos por Boston.





¿Habéis celebrado San Antón? ¿Os gusta asistir a las hogueras?
No olvidéis dejar vuestras opiniones, sugerencias y dudas en los comentarios 😉
Aquí mirando la realidad mejorada
ResponderEliminarJajaja yo también releyendo, ya que no puedo dormir :(
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