Hay algunas recetas familiares que han marcado mi infancia, platos típicos regionales de mi tierra que solíamos disfrutar en reuniones y celebraciones con familiares y amigos. Unos platos típicos que tras años viviendo fuera de nuestra tierra, se valoran incluso más.
El
Choto al Ajillo es una de esas recetas, un plato delicioso que tiene sabor a fiesta, a comida en el campo, pero sobre todo a grandes reuniones junto a nuestra gente.
Esas reuniones tan típicas de nuestra cultura en las que frente a unos sabrosos alimentos se reúnen familiares y amigos para celebrar cualquier cosa, sea cual sea el motivo porque si no lo hay, nos lo inventamos.
Y esta receta de
choto al ajillo siempre es un éxito en las reuniones de mi familia, es la receta que llevo viendo a mi padre cocinar toda mi vida.
Y una de las que más disfruto cuando vuelvo a mi tierra, porque aquí por desgracia no es posible, ya que nos falta el ingrediente principal.
Ahora con su permiso la comparto aquí con todo el quiera probarla y así saborear un trocito de nuestra cultura gastronómica.
Desde
El Ejido hasta donde estéis dispuestos a probarla, pero recordad que es una receta en la que el protagonista único es el choto y sin una buena carne no sirve el resto.
Para comenzar tengo que aclarar que el
choto es la
cría de la cabra mientras mama, al menos para la provincia de
Almería y supongo que el resto de
Andalucía, ¿no?
Curiosamente cuando vivía en
Madrid y pedía
choto en las carnicerías del mercado, me daban ternera, es decir la cría de una vaca. Cuando les decía que vaca no, que era cabra lechal, me decían que tenía que pedirles
cabrito lechal. ¿Cómo conocéis vosotros a la
cría de la cabra?.
Para mí seguirá siendo
choto, uno de los ingredientes más tradicionales y comunes en la gastronomía de
Almería.
Y esta es la receta de mi padre de uno de los platos más populares, sencillos y sabrosos, la del
choto al ajillo.
INGREDIENTES
Carne de un Choto de unos 7 a 8 kg
Ajos (9 cabezas)
Pimienta Negra en Grano
Laurel
Aceite de Oliva 1 o 1.5l
Vino Blanco de Cocinar 1l
Cerveza 1l
Sal
ELABORACIÓN
Necesitamos una paila grande, ya que se suele aprovechar y cocinar el choto entero.
En la carnicería podemos pedir que nos lo den cortado. No olvidéis pedir la asadura, las duras y las blandas, todas están deliciosas. También podéis pedir que os den la cabeza, aunque no se utiliza en esta receta, la podéis reservar para el próximo día o congelar.
Hay que empezar limpiando los ajos y dándoles un corte en el medio como veis en la siguiente fotografía.
Se vierte aceite de oliva en la paila, aproximadamente tiene que haber un dedo de profundidad.
Se fríen los ajos en el aceite hasta que están levemente dorados, hay que tener cuidado de que no se quemen.
Una vez fritos se sacan de la paila y se reservan.
En el mismo aceite, ya sin los ajos, se fríe la carne y una vez que está sellada se le echa el laurel, la pimienta y la sal.
A continuación se le añade el litro de
vino blanco, es importante que esté
a temperatura ambiente. Se deja a
fuego medio-alto.
📹 Vídeo:
Esperamos unos minutos y se prueba de sal y se rectifica si es necesario, según el gusto personal de cada uno.
Cuando el vino empieza a evaporarse se le vierte
1 litro de cerveza también
a temperatura ambiente.
📹 Vídeo:
Esperamos a que se consuma el líquido un poco y se incorporan los ajos fritos que teníamos reservados.
Cuando apenas queda nada de líquido, se baja a fuego lento. En este momento hay que remover frecuentemente para evitar que se queme la carne.
Dejar cocinar hasta que la carne esté frita en su punto.
En este momento la cerveza y el vino se han consumido completamente y el aceite estará hirviendo formando pequeñas burbujas.
📹 Vídeo:
¡Y ya solo queda servirlo caliente y a disfrutar!
Como plato único es más que suficiente, aunque se puede acompañar de ensalada y también se suele servir antes algunos quesos o embutidos para picar mientras la carne se termina.
Para finalizar una estupenda comida, nada mejor que unos dulces típicos de nuestra tierra, entre ellos unas medias lunas y unos glaseados de merengue y unos murcianos.
Por cierto, nuestros murcianos al parecer solo se conocen en el
poniente de Almería, ya que en la capital u otras zonas no son el mismo producto. Algo que aprendí durante mis clases en la escuela de hostelería
Almeraya, donde para que supiesen a que dulce me refería, tuve que llevar una bolsa a clase.
¿Conocíais este plato?, ¿Habéis probado el choto al ajillo?, ¿Os gusta?.
Y para terminar una foto del lugar en el que disfrutamos de esta última reunión familiar, en un peña muy especial para mí, la
Peña Andoni Goikoetxea del Athletic Club de El Ejido.
No olvidéis dejarme vuestros comentarios o sugerencias para animarme a seguir compartiendo mis recetas familiares con todos vosotros.
Una publicación genial. Muchas gracias por compartir.
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario, espero que te guste la receta!
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