
Es una tradición más para muchas personas que empiezan cada año después de Navidad, será por aquello de año nuevo, vida nueva, pero ya para después de las vacaciones mejor....
Esos propósitos que muchos se marcan e intentan muchas veces en vano y algunas pocas consiguen, como dejar de fumar, apuntarse al gimnasio, aprender idiomas....y yo sinceramente nunca he sido muy seguidora de esas impulsivas intenciones que invaden a las personas al terminar las fiestas navideñas, quizás como castigos por lo bien que lo pasaron o como especie de medicina que les alivia la conciencia mientras duran las jornadas festivas de alegría y excesos navideños.
Pero este año después de tantos cambios, uno más parece no hacerme mucho daño y aunque sin querer parece que este año inauguro mi lista de propósitos y empiezo por uno de los típicos, el de aprender un idioma.
Vale que ha sido fortuito y de casualidad que al ir a apuntarme a clases me dieran por fecha el 9 de enero para empezar y vale que la elección de aprender un idioma no es demasiado elección, es más una necesidad, pero quien ha dicho que en esto de los propósitos haya reglas y normas!!!
Y llegó el temido día 9 de Enero, en realidad no era para empezar con las clases, era para empezar con el proceso para conseguir clases "gratis" y es que en esta ciudad las cosas son bastante caras por lo normal, pero afortunadamente también te encuentras cosas gratis.
Las clases gratuitas son en el Community Learning Center (