
Es curioso, pero tanto yo personalmente como muchas de las personas que conozco, hemos necesitado probar este té al menos un par de veces antes de poder realmente disfrutar de su sabor.
Además, al tener un sabor muy característico puede que no nos guste sólo, pero puede que hasta nos apasione cuando lo encontramos junto a otros ingredientes como en un simple Matcha Latte o en elaboraciones culinarias más completas como pueden ser helados, bombones o cualquier pieza de repostería.

La diferencia con el resto del té, es que en el caso del matcha, no se infusionan las hojas del té, se pulverizan y se consume en polvo.
Yo lo descubrí hace unos años, cuando me mudé a Boston. En esa época aún era algo complicado encontrarlo por aquí, fuera de tiendas o restaurantes especializados en comida japonesa, pero en la actualidad ha ido popularizándose a gran velocidad.
Además de ir comprobando como poco a poco han ido creciendo las opciones por aquí para disfrutar del matcha, también tuve a oportunidad de probarlo en Japón, durante un viaje a Tokio que realicé el año pasado.
Aunque afortunadamente para mí, tanto en Boston como en Cambridge, ha pasado de ser algo complicado de encontrar a encontrarse en muchos de los menús de las cafeterías mas populares. Incluso se han abierto negocios especializados en este té en el que se sirven varios productos realizados con matcha.
Y si ya compartí una entrada con mis recomendaciones para disfruta de una buena taza de chocolate caliente, este invierno hago lo mismo pero del matcha.
Podéis ver mis recomendaciones sobre el chocolate pinchando en el siguiente enlace:
Podéis ver esa entrada pinchando en el siguiente enlace:
No cobro por patrocinar ninguno de los sitios y por supuesto acepto comentarios, recomendaciones o críticas constructivas. ¡Todo sea por disfrutar del matcha por estas tierras!