
Vivir en Boston tiene muchas ventajas y entre ellas está su ubicación, ya que se encuentra a una distancia estupenda para poder realizar muchos viajes por carretera con opciones muy variadas. Así que cada vez que viene la familia a visitarnos, aprovechamos para hacer alguno de esos viajes por carretera.
Las Cataratas del Niágara era uno de los destinos señalados a los que soñábamos visitar desde España y al venirnos a vivir a Boston, la oportunidad estaba mucho más cercana. Sin embargo, me pareció curioso escuchar opiniones menos favorables por aquí, sobre este destino turístico tan popular.
Cuando hablábamos sobre las Cataratas del Niágara con otras personas que ya habían estado, siempre escuchábamos algunos comentarios comunes como que estaban sobrevaloradas o que realmente es una visita que defrauda mucho.

Nos pareció buena idea hacer un viaje con varias paradas, más pausado y la vuelta, cuando ya estuviésemos más cansados, directamente a Boston desde Toronto.
Una vez en las Cataratas y ya en el lado canadiense, no podíamos quedarnos sin conocer Toronto, la primera gran ciudad de Canadá que íbamos a visitar.
Al igual que de las Cataratas, también habíamos escuchado malas opiniones de Toronto. Nos decían que era una ciudad muy fea, con poco interés turístico, que no merecía la pena ir hasta allí...
Personalmente este fue un viaje que me gustó mucho, para nada me arrepentí de haber elegido este destino, es más, no me importaría repetir y aunque las Cataratas quizás una vez que las ves ya no tienen mucho más, Toronto me faltó tiempo para explorarlo mejor y también esa zona en general.