
De momento y a pesar de lo cerca que estamos de Canadá, solo hemos visitado el país vecino en dos ocasiones, ambas en coche desde Boston, bueno más una breve parada a uno de sus aeropuertos, pero eso no cuenta.
La primera vez fue durante el viaje por carretera que hicimos para visitar las Cataratas del Niágara y la ciudad de Toronto. Sobre este viaje ya tenéis toda mi crónica en el blog en la pestaña de los viajes y también podéis llegar a algunas de esas entradas pinchando en los siguientes enlaces:
💧 Cataratas del Niágara, Canadá
🍁 Toronto, Canadá
En la segunda ocasión decidimos ir a visitar la parte francófona de Canadá y realizamos un viaje por carretera con paradas en las ciudades de Montreal y Québec, ambas en la provincia canadiense de Quebec.

En esta entrada me centro en la ciudad de Montreal, nuestra primera parada de este bonito viaje que todo "bostoñol" debería de hacer al menos una vez y que yo estoy deseando de repetir.

Para los que no conozcáis Montreal, esta ciudad es una de las más antiguas del país, fundada en el año 1642. Es la segunda ciudad más poblada de todo Canadá y la más grande de la provincia de Quebec, aunque su capital sea la ciudad del mismo nombre, esta es la "capital" económica y cultural de la provincia.

También fue una de las ciudades más importantes del mundo y el centro industrial y financiero de Canadá, conocida como la capital económica del país hasta la década de los años 70, cuando perdió esta posición que ahora ocupa Toronto.

Montreal pasó por una crisis económica como consecuencia del movimiento independentista quebequés que pedía la separación de esta provincia de Canadá. La ciudad, centro de este movimiento, perjudicó mucho su economía debido a la inestabilidad política y a consecuencia de medidas como la de llegar a prohibir el uso del inglés u otras lenguas, limitando el francés como única lengua en aspectos oficiales y comerciales de la provincia. Lo que llevó a muchas empresas extranjeras a trasladar sus sedes a Toronto, beneficiando a esta ciudad que experimentó un gran crecimiento.

En la actualidad Montreal, cuyo nombre significa Monte Real, es una de las ciudades universitarias más importantes de América del Norte, contando con cuatro universidades y uno de los mayores porcentajes de estudiantes entre sus habitantes.


Esto se nota en el ambiente de la ciudad, basta con pasear mientras dura el buen tiempo por algunas de sus calles, especialmente por las zonas cercanas a las universidades.

La ciudad se encuentra en una isla rodeada y separada del resto del territorio por dos ríos. Desde Boston el viaje no se hace demasiado largo, unas 5 horas conduciendo por buenas carreteras y con los paisajes de Nueva Inglaterra como fondo, que siempre son un plus.
Para cruzar la frontera entre Estados Unidos y Canadá en coche no necesitamos nada más que nuestros pasaportes y responder algunas preguntas básicas. Nosotros cruzamos sin colas, en apenas unos minutos porque no había nadie más. A la vuelta a Estados Unidos tampoco encontramos colas, nos hicieron algunas preguntas más y tuvimos que mostrar también los visados, pero también fue más rápido que entrar por el aeropuerto.


Curiosamente con Montreal me pasó algo parecido a lo que os conté de Toronto, me sorprendió para bien. Al igual que sobre Toronto, de Montreal también había recibido malos comentarios y consejos de que me saltara la visita de esta ciudad porque no merecía la pena una visita turística, ya que era fea y sin apenas interés. Así que aquí también llegué con las expectativas por los suelos y puede que gracias a ello, me gustase más de lo que pensaba y me quedase con ganas de conocer más, aunque le dedicamos más días de nuestro viaje a Quebec, la que todos nos recomendaban visitar directamente sin perder tiempo en Montreal.

Después de haber visitado las dos, mi opinión personal al respecto es que aunque Quebec tiene más encanto, ya que su zona antigua es más carismática que Montreal, no creo que una merezca más la pena que la otra, creo que son dos ciudades de estilos distintos y por lo tanto complementarios para un viaje con paradas en ambas.
Yo tengo que reconocer que aunque me gustaron ambas ciudades, quizás disfruté más de Montreal porque Quebec, al menos la zona turística, es más pequeña y mucho más turística. Nosotros fuimos durante Labor Day, una festividad que comparten Canadá y Estados Unidos, por lo que todo estaba saturado y no pudimos disfrutar mucho de la ciudad, aunque ya escribiré sobre Quebec y nuestra experiencia allí en una próxima entrada, que podréis leer pinchando en el siguiente enlace:
🔔 Enlace Próximamente Aquí
Los días del fin de semana los pasamos en Quebec, pero antes pasamos un par de días en Montreal y aunque no era fin de semana, nos resultó complicado encontrar alojamiento a un precio que pudiésemos permitirnos.
Al final encontramos un apartotel que estaba mejor de lo que nos esperábamos y no estaba en una mala localización, muy cerca de las zonas turísticas, pero en una zona más tranquila.

Se trata del Le Square Phillips Hôtel & Suites un hotel viejo, nada moderno, pero con habitaciones muy amplias, limpias y con cocina.




Probablemente haya mejores elecciones de hotel en la ciudad, pero si tenéis que reservar algo sin mucha antelación y os encontráis con una buena oferta de este hotel, es una opción a considerar.
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Nosotros no aprovechamos la cocina de la habitación porque queríamos probar la gastronomía típica de Montreal, además me gustó tanto la oferta culinaria de Toronto, que pensé que la parte francófona de Canadá tenía que ser mucho mejor que la parte anglófona por motivos más que obvios.

En ese aspecto me defraudó un poco, aunque fui a probar lo más típico y tampoco tuve mucho tiempo de explorar con más profundidad su gastronomía. Me queda pendiente para una próxima visita, de momento os cuento un poco sobre sus platos más típicos y algunas de las opciones que yo probé.
Entre sus platos típicos destacan sobre todo dos, el Montreal-style Smoked Meat y la Poutine.
El Montreal-style Smoked Meat es un sándwich de pan de centeno y carne ahumada cortada fina a mano que se acompaña de mostaza.

La carne de ternera de la parte del pecho que usan para este plato está elaborada de la forma tradicional judía y es muy parecida al pastrami típico de Nueva York, aunque con algunas pequeñas diferencias en su elaboración e ingredientes.
La carne que se emplea para este sándwich, normalmente las piezas más pequeñas que se obtienen al cortarla, también se usa en la elaboración de pizzas o se sirve junto a platos de pasta.
La Poutine, es un plato muy simple de patatas fritas con queso y salsa de carne típico de toda la provincia de Québec, incluido Montreal.

Para probar estos dos platos fuimos a los dos sitios más tradicionales y populares de Montreal que pudimos encontrar.
Schwartz's, una charcutería con bar y un pequeño restaurante adjunto que abrió sus puertas en el año 1928.

Reuben's, otro restaurante tradicional y turístico, toda una institución en Montreal durante los últimos casi cuarenta años

Escribiré más detalles sobre ambos y otras recomendaciones gastronómicas en una entrada individual que podéis leer pinchando en el siguiente enlace:
🍴 Ruta Gastronómica por Montreal
Además de por su gastronomía, Montreal es conocida por sus abundantes edificios religiosos y debido a ello su apodo es "la ciudad de los cien campanarios".


Nosotros solo fuimos buscando ver dos de ellas, las más conocidas, pero durante nuestra visita fueron varias las que nos sorprendieron, así que también les voy a dedicar una entrada individual que podéis leer pinchando en el siguiente enlace:
⛪ Ruta por las Iglesias de Montreal, Canadá

Además de edificios religiosos, en Montreal me llamó mucho la atención la cantidad de detalles que encontramos sobre los Juegos Olímpicos.

Los Juegos Olímpicos se celebraron en Montreal en el año 1976, después de haber intentado, sin éxito, ser la sede durante otras ocasiones.
Finalmente han terminado siendo uno de los más polémicos de la historia, entre rivalidades políticas que llevaron a un boicot por parte de muchos países mayormente africanos, hasta llevar a la ciudad a problemas financieros. La deuda que generaron estos juegos, se terminó de pagar con impuestos extras durante treinta años, en diciembre del 2006.
Como escenario principal de los Juegos Olímpicos se construyó en Montreal el Estadio Olímpico, un gran proyecto que a pesar de ser un proyecto ambicioso resultó un fracaso en todos los sentidos.

Por un lado, no se terminó a tiempo para los Juegos Olímpicos, debido a una huelga de los trabajadores y problemas estructurales. De hecho no se completó hasta diez años después y aún así los problemas y accidentes no dejaron de traer más gastos y obras, hasta el punto de que hayan pensado derribarlo por completo.
De momento aún se puede visitar este estadio conocido popularmente como la "Gran O" que fue diseñado con un techo replegable y junto a una gran torre inclinada con una piscina olímpica debajo. Además de un velódromo olímpico en otro edificio junto a la torre.


Todo en conjunto es el Parque Olímpico de Montreal, una zona que reúne varios de los atractivos turísticos de la ciudad entre los que se encuentran el observatorio de la Torre Olímpica, el Biodôme y el Jardín botánico de Montreal.

Podréis leer una entrada sobre los monumentos y atractivos turísticos de Montreal pinchando en el siguiente enlace:
👓 Principales Atracciones Turísticas en Montreal
Además, también podréis leer en A mis 30 por Boston algunas entradas individuales con más fotos e información detallada sobre algunos de ellos:
🐸 Biodôme de Montreal, Canadá
🌸 Jardín Botánico de Montreal, Canadá
En el centro de Montreal también nos encontramos con un singular edificio que llama la atención por su iluminación y por las esculturas y símbolos que hay junto a él, se trata de la sede del Comité Olímpico Canadiense en Montreal.

Este edificio conocido como la Casa Olímpica Canadiense, Canadian Olympic House, se encuentra en el centro de Montreal, en la siguiente dirección:
📍Dirección:
500 René-Lévesque Blvd W
Montreal, QC H2Z 1W7
Canadá
En el techo del edificio de 55 plantas destacan los anillos olímpicos iluminados con sus distintivos colores.

También encontramos los anillos en la plaza que hay junto a este llamativo edificio, con una placa sobre los Juegos Olímpicos de Montreal.

Y además, una interesante escultura de una llama olímpica hecha con tubos e iluminada con luces LED, la Olympic Torch.


Montreal en general me pareció una ciudad con muchos espacios públicos llenos de luz y color, además de los ya mencionados, me sorprendió mucho una de las plazas y el interior de un centro comercial. Ambos espacios, uno al aire libre y otro bajo techo, en el que pudimos disfrutar de un espectáculo de luces y agua.

La plaza es Place des Arts, un espacio que alberga de uno de los mayores complejos culturales y artísticos de Canadá.

Este complejo cuenta con seis teatros entre los que se incluyen la Montreal Symphony House, Théâtre Maisonneuve y Salle Wilfrid-Pelletier que es la casa de la Ópera de Montreal. Además aquí también se localiza el museo de arte contemporáneo de Montreal, el Musée d'art contemporain de Montréal (MACM).
Este espacio se realizan actividades culturales varias como la que tiene lugar cada verano, el Festival International de Jazz de Montréal, conocido por ser el mayor del mundo.
Cuando nosotros estuvimos se estaba realizando un festival de cine internacional al aire libre.



Sin duda una plaza que merece mucho la pena, aunque nosotros solo tuvimos tiempo de pasear un poco por ella y disfrutar de sus fuentes con agua y luces de colores.



Por cierto, en una de las ventanas vimos una imagen proyectada de una cara conocida.

📍 La dirección de la Place des Arts:
175 Saint-Catherine St,
Montreal, QC H2X 1Y9, Canadá
Y al otro lado de la calle, el centro comercial no menos llamativo, el Complexe Desjardins.

Este complejo de edificios construido en el año 1976 cuenta con un gran centro comercial con más de 100 tiendas y restaurantes, pero también con una zona llamada La Grande-Place.


La Grande-Place es una gran plaza pública ubicada en el centro del complejo con una atractiva fuente de agua que ofrece espectáculos de luces de colores.



Tanto el Complexe Desjardins como la Place des Arts están conectadas por túneles subterráneos que forman la Ciudad Subterránea de Montreal conocida como RÉSO.
En una ciudad en el que las temperaturas en invierno llegan a bajar hasta los 40 grados centígrados bajo cero, tener una ciudad subterránea de túneles que conectan varios edificios como complejos residenciales, hoteles, oficinas, centros comerciales y hasta las universidades, ayudan a sus habitantes a escapar del frío en el largo invierno de Montreal.
En estos 32 kilómetros de túneles, además encontramos galerías con comercios, restaurantes y estaciones de metro y tren formando la mayor ciudad subterránea del mundo.

Durante nuestra visita las temperaturas invitaban más a salir a la calle y aunque visitamos brevemente estos túneles, preferimos pasear al aire libre por la superficie de la ciudad.

¿Nos perdimos algo importante en ellos?
Estas son las primeras impresiones que nos llevamos de nuestro viaje a Montreal, aunque sin duda es una ciudad a la que volveremos para conocer más a fondo.
¿Qué os ha parecido Montreal? ¿Conocéis esta ciudad canadiense?
No olvidéis dejar vuestros comentarios con las dudas, opiniones y sugerencias que queráis compartir con nosotros.
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