El
Parque Nacional de Acadia es uno de los
10 parque más visitados de Estados Unidos y el único de los diez que se encuentra en la costa este de este país.
Esta popularidad hace que la zona, aunque bastante rural y turística, cuente con una amplia variedad de alojamientos turísticos.
En su entorno, el área conocida como
Downeast, no esperéis encontrar grandes complejos hoteleros, resorts o grandes edificios, aquí la variedad de alojamientos es mucho más rural, pero sus precios son altos.
Pequeños hoteles, moteles, casas turísticas, campings y cabañas se reparten a lo largo de la costa y se concentran en algunos de los pueblos más conocidos y turísticos de los alrededores de este
Parque Nacional, donde la belleza no solo se concentra dentro de sus límites, ya que toda esta zona es impresionante.
Si disfrutáis del ambiente rural, pero preferís hacerlo desde el confort de un pequeño hotel con encanto y todas las comodidades posibles, entonces os recomiendo alojaros en alguno de los hoteles de
Bar Harbor.
🏨 Hoteles cerca del Parque Nacional de Acadia
En cambio si preferís adentraros más en la aventura rural, aunque sea por unos días, los campings y las cabañas rurales ofrecen unos precios más asequibles y unas experiencias únicas.
El otoño en
Maine puede no ser la mejor época para acampar en tiendas de campañas, al menos para nosotros definitivamente no lo es, así que nuestra mejor opción era alojarnos en cabañas.
La opciones son amplias y los precios también varían, así nosotros decidimos seguir las recomendaciones de una amiga que ya se había alojado en varias cercanas.
De entre sus recomendaciones nos quedamos con una pequeña cabaña, muy rústica, un poco alejada del parque, pero que de un modo u otro fue perfecta para nuestra estancia allí durante el puente de
Columbus Day.
La que nosotros elegimos forma parte de un complejo de varias cabañas en la orilla de
Graham Lake, en la localidad de
Ellsworth.
Se trata de
Lakeside Cedar Cabins y se encuentran a unos
30 km del
Parque Nacional de Acadia.
📍Su
Dirección es:
397 Mariaville Rd,
Ellsworth, ME 04605
Nosotros la reservamos a través de
Airbnb, aunque también se pueden reservar directamente desde su web.
⛺ http://cedarcabins.com
Nos comunicamos con el responsable o anfitrión como los llama
Airbnb a través de mensajes y no tuvimos ningún problema con sus indicaciones.
Nosotros llegamos tarde, así que nos dejó la cabaña abierta y con las llaves encima de la mesa, algunas luces encendidas y la estufa de leña preparada y lista para solo encenderla cuando llegásemos, hasta nos dejó cerillas.
Nos avisó de que el precio solo
incluye un coche por cabaña y que si necesitábamos llevar dos coches, el precio del
segundo sería de
$10,00 por día.
Al llegar no tuvimos ningún problema en aparcar, ya que éramos prácticamente los únicos allí. Al día siguiente vimos a una pareja mayor, pero el resto del complejo fue para nosotros solos durante toda nuestra estancia.
Con lo cual daba un poco de miedo, no porque el lugar fuese tétrico ni nada parecido, pero en medio del bosque, un grupo de cabañas vacías junto al lago, todo oscuro y un grupo de tres españolas y un español medio perdidos por allí.
Era época pre-
Halloween y los que somos admiradores del suspense y el terror, sabemos que
Stephen King vive en
Bangor, no muy lejos de allí y que la mayoría de sus novelas se desarrollan en los pueblos cercanos reales o se inspira en ellos para crear los ficticios.
Bueno eso y nuestras historias para no dormir de esa noche eran parte de la experiencia otoñal en el
Maine más rural y solitario.
En realidad, nosotros encendimos la estufa y como habíamos decido llevarnos comida desde
Boston, acertadamente, lo único que tuvimos que hacer fue preparar la cena.
No sé vosotros, pero yo era la primera vez que cocinaba en una estufa de madera y la experiencia fue divertida.
Nosotros decidimos llevar comida desde aquí, ya que sabíamos que íbamos a llegar tarde y cansados para ponernos a buscar algo abierto o incluso hacer la compra allí, aunque nos habían dicho que había varios supermercados cerca.
En cuanto a las cabañas, no son muy grandes y aunque pueden dormir hasta cinco personas, yo diría que es perfecta para cuatro.
Tiene un pequeño porche al aire libre con barbacoa y otro más cubierto que mira al lago, con una pequeña mesa.
La parte más amplia de la cabaña es la zona de la cocina y del comedor.
La cocina tiene un horno y cuatro fuegos, además de platos, sartenes, ollas y todo lo necesario para cocinar, aunque nosotros nos llevamos todo desechable para usar y tirar, así que no tuvimos que usar nada de allí.
El frigorífico es viejo, pero tiene congelador y es amplio y también hay una cafetera, que nosotros tampoco usamos.
Tenemos una mesa y sillas para comer, un sofá cama, que se supone que es donde tendría que dormir la quinta persona y la estufa de leña para cocinar y dar calor.
El cuarto de baño es bastante pequeño, pero bueno lo necesario para pasar unos días.
Las habitaciones son pequeñas también y no tiene puertas, solo unas cortinas para separarlas del salón cocina. Además no están totalmente incomunicadas por arriba entre ellas, supongo que para que circule más el calor de la estufa.
Hay mantas, pero nosotros nos llevamos nuestros sacos de dormir que no ocupan mucho espacio y yo creo que es recomendable.
En general la cabaña es muy antigua y no le vendría bien algunas remodelaciones, pero tiene lo básico y está limpia.
📹 Vídeos:
Los exteriores son lo de lo mejor, el lago es precioso, además está permitido el baño, la pesca o navegar en barcas o canoas...
Nosotros no nos metimos en el lago, ya hacía frío y con la lluvia teníamos bastante, pero el agua estaba muy clara y se veían las almejas y los mejillones desde la orilla.
Los atardeceres y los amaneceres allí son espectaculares, merece la pena madrugar.
Todos los días tuvimos lluvia y niebla, aunque eso no nos arruinó nuestros planes de hacer barbacoa. Hay varias de leña o de gas y también mesas de picnic y varias sillas por todo el complejo.
Hay hasta hamacas en algunos árboles.
Una zona común con juegos de mesa y otros pasatiempos que está abierta y que por cierto era el único sitio donde conseguíamos tener wifi.
También hay una zona con madera, es de autoservicio, es decir tu coges la que necesites y dejas lo que cueste allí en una caja.
Dentro de ese complejo yo puede ver un pájaro carpintero, pero probablemente se puedan ver más animales salvajes.
En general es un sitio muy rústico, nada de lujos, pero con lo necesario para pasar unos días de tranquilidad.
Al menos cuando nosotros lo visitamos había una tranquilidad absoluta, supongo que en verano estará más animado.
Nos fuimos el lunes y aunque la hora máxima de salir son las
10:00 de la mañana, a nosotros nos dijeron que solo teníamos que dejar las llaves encima de la mesa y que podíamos quedarnos hasta la hora que quisiéramos.
El camino hacía el
Parque Nacional de Acadia desde allí en coche no se hace nada pesado, además en esa época fuimos disfrutando del paisaje que curiosamente estaba con los colores del otoño más pronunciados que dentro del parque.
Gracias a ese recorrido nos encontramos con estos paisajes.
Algunas fotos más del
lago Graham y del complejo en el que se encuentran esas cabañas.
¿Qué os han parecido estas cabañas? ¿Demasiado rurales o el ambiente perfecto para disfrutar unos días? ¿Os habéis quedado en algunas otras cabañas de la zona? ¿Hoteles con encanto que nos podáis recomendar?
Ains. Qué de tiempo que no he podido leer las entradas y entro y veo esta tan chula. Gracias! Molaría anuncio de nueva entrada por Twitter para no perder ni una! Un abrazo
ResponderEliminarMaría hiker yo por tí hasta intento acordarme de anunciar las nuevas entradas que escriba en el Twitter. Por cierto, ve creando Instagram, que te estás perdiendo mucho. Te voy a mandar una prueba por Whatsapp y ya verás... jejeje
Eliminar¡Muchos abrazos, te echamos mucho de menos por aquí!!