Con Caperucita Roja queda claro que se intentaba advertir a las niñas de los peligros del bosque y de prevenirlas sobre los encuentros con desconocidos, algo que pese al paso de los siglos sigue estando de actualidad.
Como sucedió con muchos de esos cuentos, Caperucita Roja también traspasó continentes, aquí se la conoce como "Little Red Riding Hood".
Y no solo se publicaron otras nuevas versiones, también otras ilustraciones como la que realizó F. O. C. Darley en el año 1850. Este ilustrador originario de Filadelfia es conocido por sus contribuciones con algunos de los escritores más importantes del siglo XIX y está enterrado en el cementerio Mount Auburn, aquí en Cambridge.
Sin embargo, la protagonista en esta entrada es otra ilustradora americana, Elizabeth Orton Jones. Al igual que Darley, no había nacido en Nueva Inglaterra, era originaria de Illinois, pero también está ligada históricamente a esta región de Estados Unidos, concretamente al estado de New Hampshire.
En 1945 debido a un viaje de negocios Jones visita New Hampshire y poco después decide mudarse a una pequeña población de este estado, Mason.
Finalmente se mudaron a otra casa y en el año 2000 decidieron retirarse y vendieron su negocio a su chef, Keith Grimes.
Actualmente el restaurante sigue funcionando como originalmente y es un destino muy solicitado, sobre todo durante los meses del cambio de hojas durante el otoño.
248 Nutting Hill Rd,
Mason, NH 03048
📞 (603) 878-1151
🍴 11:30 am
🍴 12:45 pm
🍴 2:00 pm
Los cinco platos que forman sus menús son un aperitivo, una sopa, una ensalada, el plato principal y el postre. Todos ellos platos de cocina creativa a base de plantas, con hierbas frescas y flores comestibles de cosecha propia.
No tienen licencia para vender bebidas con alcohol, aunque creo que como muchos restaurantes en Nueva Inglaterra, te permiten traer tus propias bebidas alcohólicas. De todas formas, en el caso de que estéis interesados en llevarlas, mejor preguntar directamente al hacer la reserva.
Los menús de cada mes, además de los tres o cuatro siguientes, están disponibles en su web, a la que podéis llegar pinchando en el siguiente enlace:
Durante mi visita en el mes de octubre de este año el menú fue el siguiente:
Soup - Smoky Butternut with Toasted Pumpkin Seeds
Salad - Autumn Cobb with Cranberry Vinaigrette
Bread - French Baguette Rolls
Entrée - Pork Tenderloin Scallopini with Lemon Twist Salt
— or —
Entrée - Root Vegetable Sweet Potato Souffle
Dessert - Bourbon Maple Pecan Pie
Salad - Autumn Cobb with Cranberry Vinaigrette
Bread - French Baguette Rolls
Entrée - Pork Tenderloin Scallopini with Lemon Twist Salt
— or —
Entrée - Root Vegetable Sweet Potato Souffle
Dessert - Bourbon Maple Pecan Pie
Al sentarnos el dip ya estaba en un pequeño recipiente en el centro de la mesa para compartir junto con algunas galletitas saladas de diferentes variedades.
Al poco de sentarnos una camarera nos toma nota de nuestra elección del plato principal y de la bebida que hemos elegido.
Los dos pedimos la limonada de lavanda, que en algunas mesas vimos que llevaba una ramita de lavanda, aunque las nuestras no.
Seguidamente nos sirvieron la sopa, que durante nuestra visita era una crema de calabaza con semillas tostadas.
No sirven demasiada cantidad, pero para nosotros fue suficiente y aunque yo no soy muy fan de comer sopas o cremas, estaba bastante bien.
En cuanto terminas con la sopa te sirven la ensalada. Durante octubre era la ensalada Cobb, aunque la que nos sirvieron solo llevaba un poco de lechuga, algunos daditos de queso, nueces, zanahoria rallada, cebolla, un poco de beicon y manzana aliñada con una vinagreta de arándanos.
La vinagreta de arándanos era lo mejor de la ensalada y nosotros terminamos comprando una pequeña botella en la tienda después de comer.
Después sirven el pan, durante nuestra visita era unos bollitos de pan con mantequilla con hierbas.
Y seguidamente la elección del plato principal que hayamos hecho, en nuestro caso pedimos los dos para compartir y probarlos.
El suflé de boniatos y vegetales de raíz también estaba muy bien y ambos platos además, llegan decorados con una flor comestible y bien presentados.
El último plato que nos sirven es el postre y aunque las porciones son pequeñas, nosotros estábamos ya llenos.
Nuestro postre fue una tarta de nueces de pecán y sirope de arce, servido con un rosetón de nata montada y sirope de caramelo y adornada con unas hojas de flores comestibles y un pequeño tallo de menta.
Para los niños hay menús especiales, uno para menores de 12 años y otro para mayores de esa edad por $9.99 y $16.95 respectivamente.
En cuanto al salón, tiene una decoración temática, obviamente orientada al cuento de Caperucita Roja, con varios cuadros y una caperuza roja junto a la puerta de entrada.
Hay tres espacios diferentes, el primero en el que se encuentra una gran chimenea, una pequeña terraza cubierta y otra sala más al fondo. No son demasiado grandes, tampoco las mesas, ni el espacio que hay entre ellas, pero bueno forma parte del ambiente antiguo general que hay en la cabaña.
Una que terminamos de comer y pagamos la cuenta, se puede hacer con tarjeta de crédito, hay que ir saliendo porque entra otro grupo al comedor.
Una de ellas es bastante grande y además de vender muchos objetos variados, también venden hierbas, tés y algunos de los alimentos que sirven en sus menús como los dips y las vinagretas.
Dentro te puedes servir un poco de sidra caliente con especias tú mismo por un dólar, que hay que depositar en un tarrito.
Además por allí hay un par de gatos que parecen no importarles mucho el barullo.
La otra tienda está junto a un pequeño invernadero y tiene más artículos de jardinería y decoración, aunque también hay algo de ropa y otros objetos.
También hay una pequeña cabaña con muchas plantas y flores secas colgadas del techo, además de ser una preciosidad, huele super bien allí dentro.
Nuestra visita fue en octubre, así que no había demasiadas flores en los huertos, aún así merece la pena observarlos y fijarse en todos los detalles como el hombre de hojalata espantapájaros, una curiosa combinación.
En general, todos los alrededores de la cabaña tienen encanto, aunque la casa de la abuela con ese viejo fresno blanco americano frente a su puerta, es sin duda, la joya de esta propiedad.
¿Conocíais este restaurante?. ¿Os gustaría visitarlo? o ¿habéis visitado alguno similar alguna vez?.
¡¡No olvidéis compartir vuestros pensamientos o dudas sobre esta entrada escribiendo un comentario!!.
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