Dicen que siempre hay una primera vez para todo y aunque yo no tengo tan claro que esa frase sea del todo cierta, en este caso particular así ha sido.
La Nochebuena del 2024 ha sido la primera vez que hemos celebrado esta festividad en un restaurante, no sabemos si volveremos a repetir la experiencia, pero de momento la comparto por aquí.
Nuestras circunstancias personales de este año nos han brindado la posibilidad de vivir unas semanas a finales de año en un piso del centro de Boston, incluyendo las Navidades completas, hasta unos días después de año nuevo.
Ha sido una residencia temporal al volver de unas largas vacaciones en España, que pudimos alargar aún más de lo que habíamos planeado y la búsqueda y mudanza a un apartamento más definitivo.
En estas semanas hemos disfrutado de las ventajas de vivir en el centro, pero también hemos aprovechado para aprender un poco más sobre esta ciudad, en este caso, desde una nueva faceta, la de "visitantes temporales".
Entre esos aprendizajes incluyo el celebrar la cena de Nochebuena en un restaurante.
Este año no hubo compras los días previos en supermercados o comercios locales, ni me tiré el día en la cocina con los preparativos de la cena y tampoco hubo mesa decorada como en todas las anteriores cenas de Nochebuena que hemos celebrado en Estados Unidos.
Esta Nochebuena la comenzamos viendo nevar desde nuestra cafetería favorita, tomándonos un matcha y un hojicha calentitos y en modo relax total.
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Y estos cambios y nuevos aprendizajes los aprovecho para poder dar más valor al blog, ya que durante estos años no podía responder muy bien cuando recibía mensajes privados con preguntas sobre este tema en particular, celebrar la Nochebuena en un restaurante.
No es que haya recibido cientos de preguntas sobre esto, pero en estos últimos años, y ya van más de una década por aquí, sí que he recibido algunos mensajes con preguntas pidiéndome recomendaciones de dónde cenar en Nochebuena en Boston o si estaban los restaurantes abiertos esa noche, si hacía falta hacer reservas con mucha antelación...
Algo que a pesar de conocer bien la ciudad y muchos de sus restaurantes, no podía responder con muchos detalles porque yo siempre había celebrado esta cena en casa, siempre hasta este año.
Así que en esta entrada voy a compartir por primera vez en el blog una nueva experiencia en Boston, la de cenar durante la Nochebuena en uno de los restaurantes de la ciudad.
Para comenzar, aquí, en Estados Unidos, en general, la Nochebuena no es una celebración como la conocemos en España, es menos importante. Aquí tiene mayor importancia la Navidad, es decir el almuerzo del día 25 de diciembre, que es realmente cuando la mayoría de los estadounidenses que celebran estas fechas se reúnen en familia.
No todas las familias son iguales, pero tampoco en España.
En mi caso particular siempre hemos celebrado más la cena de Nochebuena. Y para el almuerzo de Navidad, aunque también nos reuníamos, solía ser básicamente para comer las sobras de la cena de la noche anterior.
Esto creo que es bastante común en casi todo el país, excepto en algunas zonas en las que también el almuerzo de Navidad es bastante tradicional y para el que se cocinan platos especiales ligados a este día en particular.
En Estados Unidos suele ser al contrario, así que la mayoría de los restaurantes de Boston no tenían nada de menús cerrados o cenas específicas para la Nochebuena, aunque muchos sí las tenían para el almuerzo de Navidad.
En nuestro caso fue un alivio porque los precios de los menús cerrados tanto para el almuerzo de Navidad, como para las cenas de Nochevieja, eran una auténtica locura con unos precios totalmente desorbitados, en mi opinión.
Otro factor a tener en cuenta es que durante la Navidad, Boston se queda bastante vacío, no totalmente como una ciudad fantasma, pero es una ciudad universitaria y multicultural con muchísima población no solo de fuera del país, también de fuera del estado, por lo que esos días previos a la Navidad todo el mundo que puede aprovecha para pasar unos días con sus familias.
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No ocurre lo mismo con Nochevieja, pero al menos durante Nochebuena y Navidad, la ciudad está mucho más tranquila y el 24 de diciembre, al no ser festivo, se mantiene todo abierto.
Especialmente los restaurantes de los hoteles, que suelen abrir incluso en fechas más señaladas en las que es más complicado encontrar algo abierto.
Nosotros decidimos reservar, al menos un par de días antes, para asegurarnos no tener que estar buscando algo por la ciudad esa noche, ya que este año hemos tenido temperaturas bastante bajas esos días.
Al final nos decidimos por algo a poca distancia caminando desde donde nos alojábamos esas semanas, el restaurante de uno de los hoteles históricos de la ciudad, Clink!
No tiene pérdida y además es muy accesible en transporte público, ya que la parada de metro Charles/MGH de la línea roja está justo al cruzar la calle.
📍 Dirección:
215 Charles Street
Boston, MA 02114
Este restaurante se encuentra dentro del Hotel Liberty, y ambos nombres, el del restaurante y el del hotel, están relacionados a su manera con el pasado histórico del edificio en el que se encuentran.
Clink en inglés informal o slang, significa prisión o cárcel y Liberty como ya podéis deducir es libertad, un nombre aún más curioso que el del restaurante, teniendo en cuenta que este edificio era la Charles Street Jail, la cárcel de Charles Street.
También conocida como Suffolk County Jail, esta cárcel fue construida en 1851 y estuvo en uso hasta el fin de semana de Memorial Day de 1990 cuando se trasladó a los últimos prisioneros a la nueva cárcel.
Al año siguiente el Massachusetts General Hospital adquirió la propiedad, aunque finalmente terminó vendiéndolo y convirtiéndose en uno de los hoteles más exclusivos de Boston, que fue inaugurado en el 2007.
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No me quiero entretener mucho con la historia de este hotel, ya que no es la primera vez que la he compartido tanto por las historias de Instagram, como por aquí en el blog.
Puedes leer más sobre su historia en esta entrada en la que lo incluyo junto a otros hoteles históricos de Boston.
🏨 Hoteles Históricos de Boston
También podéis leer sobre este hotel en una de las entradas que escribí sobre la Navidad en Boston, ya que sus decoraciones navideñas son algo peculiares.
En este hotel no solo exhiben un árbol de Navidad, aquí podemos encontrar varios, pero lo más peculiar de ellos es dónde están colocados, todos colgando del techo.
Al entrar nos encontramos con unas escaleras mecánicas que nos llevan a la zona de la recepción, donde también se encuentra el restaurante.
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Al comenzar a subirlas es imposible no dirigir nuestra mirada al techo y una vez arriba también es un auténtico placer contemplar estos árboles iluminados y decorados, pero todos bocabajo y colgando del techo.
Ya habíamos visitado el hotel unos días antes de Nochebuena, aunque hice la reserva un par de días antes de la cena por la web y en ese momento no había problemas para elegir entre varios horarios diferentes.
También estaba disponible la opción de cenar fuera, en las mesitas que hay en la zona de la recepción bajo los árboles de Navidad o en el comedor del restaurante.
La opción bajo los árboles era tentadora, pero para Nochebuena preferimos una mesa más tradicional y cómoda para cenar, ya que las que hay en la zona de recepción son tipo mesitas bajas como de café y sillones.
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El interior del restaurante aún conserva algunos detalles de la antigua cárcel, como muros de ladrillos rojos. En uno de ellos han dejado las puertas de rejas negras abiertas y las usan para separar las mesas de esa zona.
Tiene una decoración sencilla y nada recargada, con lámparas negras muy simples, mesas de madera y sin manteles, aunque con platos de diseño que dan un toque más elegante.
A nosotros nos dieron una mesa del fondo, más cerca de la cocina, aunque también más amplia, ya que eran dos mesas juntas y con un sofá en uno de los lados, mucho más cómodo que las sillas.
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Su carta se especializa en platos de temporada de Nueva Inglaterra, mariscos del Atlántico Norte, además de carnes y otros productos tradicionales de esta región.
Antes de reservar o de ir a comer a un restaurante suelo mirar su carta para asegurarme de que haya platos que pueda comer y especialmente que no tenga muchos con pollo y pavo, para evitar la contaminación cruzada, aunque también lo digo al llegar al restaurante.
En este caso la carta era casi igual a la de la web, aunque faltaban algunos platos que había visto, pero aún así era variada y tenía varias opciones que queríamos probar, así que decidimos compartir.
En cuanto a los precios, en general son altos, pero tampoco nada extraordinario teniendo en cuenta los precios de restaurantes similares en esta zona.
Nada más sentarnos además de las cartas, nos sirvieron una bandeja de metal, muy estilo carcelario, con dos bollitos de pan caliente y unas bolitas de mantequilla en un vaso de chupito también de metal.
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Mientras nos decidíamos nos sirvieron las bebidas, los dos pedimos Coca Cola.
Finalmente nos decidimos por estos platos, tres entrantes y uno de los platos principales.
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Local Yellowfin Tuna Tartare $29
Mirin Ginger Broth, Prawn Chips, Crushed Avocado, Ponzu
Para ser un entrante las cantidades son generosas y además lo sirven con unos chips de gambas.
Mussels Marinières $25
Chardonnay, Leeks, Fennel, Shallots, Garlic, Herb Butter, Toast
Autumn Harvest Salad $22
Roasted Sweet Potato, Honeycrisp Apple, Pomegranate Seeds, Crumbled Goat Cheese, Candied Pecans, Maple Cider Vinaigrette
No suelo pedir ensalada cuando voy a comer a los restaurantes, ya que es un plato que como diariamente en casa, pero en esta ocasión llevábamos muchos días, más bien semanas, comiendo fuera y ya me apetecía una buena ensalada.
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Pan-Seared North Atlantic Cod $37
Caramelized Brussel Sprouts, Roasted Winter Squash, Smoked Bacon, Cider Reduction
Este fue el plato más caro de toda nuestra cena y el que menos nos gustó, a pesar de que el bacalao estaba bien cocinado y no es que estaba demasiado mal en general, pero no estuvo al nivel.
Lo peor eran las coles de Bruselas que las sirvieron bastante duras, al igual que los trocitos de beicon que decoraban el plato.
De todas formas al final fue mucha cantidad, ya que los entrantes eran más grandes de lo que había imaginado.
Personalmente me costó terminar todo, pero aún así Fran insistió en pedir la carta de los postres.
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La carta de postres contiene 4 opciones tradicionales, aunque con un toque de innovación e influencias internacionales, además de una selección de helados con 5 sabores otoñales.
No había ninguno que me llamase la atención especialmente, aunque había uno con Matcha, pero era una tarta de queso.
Al final Fran se decidió por pedirla y la verdad que era mejor de lo que nos esperábamos, aunque el sabor a Matcha era demasiado sutil.
Matcha Cheesecake $19
Chocolate Cookie, Candied Pistachio, Yuzu Pearls, Coconut Ice Cream
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El "caviar" o perlas de yuzu, trocitos de pistacho, galleta de chocolate, helado de coco y tarta de queso con sabor a Matcha puede parecer una mezcla bastante extraña, pero estaba bueno.
El coste total de la cena fue de $151.94 sin incluir la propina, que como ya sabéis aquí se paga sobre un 20% del total antes de impuestos.
En general fue una cena tranquila, deliciosa y una buena experiencia en la que aunque los precios, como ya he indicado anteriormente, son altos, entran dentro de la media de restaurantes similares de Boston.
Además, al aprovechar la visita para una cena especial como la de Nochebuena, hemos podido subir un poco el presupuesto total que hemos destinado a probar este restaurante.
¿Has celebrado alguna vez la Nochebuena en un restaurante? ¿Sería una opción que podrías considerar?
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