Fort Worth, Texas

Mucho menos conocida internacionalmente que su vecina Dallas, esta ciudad que también ocupa un importante lugar en el Metroplex, me sorprendió positivamente durante mi viaje a Texas.

Conocida por su lema "Where the West Begins", Fort Worth presume de su origen como principio del viejo oeste.

Fundada gracias a la necesidad de un veterano de guerra, el general William Worth, de construir fuertes para reforzar la frontera oeste del estado de Texas. Aunque el general Worth no vivió para ver este fuerte construido, y fue su sucesor, quien ordenó la construcción de un fuerte en esta ubicación. Sin embargo, lo nombraron Fort Worth en su honor.

Con los años y gracias a su ubicación esta zona se convirtió en un importante centro de la industria ganadera, ganándose el apodo de "Cowtown". Con la llegada del ferrocarril la ciudad experimentó un gran crecimiento que siguió al impulso del desarrollo industrial que supuso el descubrimiento de petróleo en los años 20.

Pero no todo fue éxito y crecimiento, Fort Worth también sufrió malas épocas en las que la ciudad estuvo dominada por bandidos, criminales y negocios al margen de la ley.

Durante una de las malas épocas de esta ciudad, se ganó otro de sus motes, "Panther City", la ciudad de la pantera.

Este apodo se debe a un artículo publicado en un periódico de la ciudad de Dallas, en el que afirmaban que Fort Worth se había quedado tan desértica debido a la crisis de 1873, que hasta había una pantera durmiendo en mitad de una de sus calles principales.

Quinto Aniversario de Nuestra Vida en Boston

Vuelve a ser 4 de noviembre, esa fecha que he adoptado como aniversario porque así lo quiso el destino, llámese Sandy, Huracán Sandy o como sea... 😉

Debió ser el 29 de octubre, esa era la fecha que yo elegí, justo cuatro meses tras nuestra locura de boda en Gibraltar y justo a tiempo para no perdernos Halloween, que ya había estado en Salem y me hacía mucha ilusión volver en la época de Halloween. Cada "bruja" con lo suyo...

Pero al final fue el 4 de noviembre, aunque no fue la primera vez que ninguno de los dos pisábamos Boston, pero esa fecha fue la definitiva, en la que supimos que estábamos aquí y aunque sin saber por cuanto, no íbamos a usar el viaje de vuelta casi seguro. Y así fue, nuestros billetes de vuelta no se usaron, y no volvimos hasta que no pasaron más de dos años después.

Este año tampoco hemos vuelto a España, aunque este año también hemos tenido viajes, excursiones y hemos podido disfrutar de algunas visitas, no tantas como nos hubiera gustado, pero nos han servido para recargar nuestras conexiones con nuestras raíces, con nuestra tierra.

Además, ya aviso desde aquí que para el próximo año, en el 2018 tenemos intención de volver a visitar España, pasar unos días allí en El Ejido, en Almería y volver a tener la oportunidad de veros a todos. Y creo que será por estas fechas, finales de verano, principios de otoño, aunque ya iremos viendo los detalles que aún falta mucho.

De momento me quedo con el repaso del año, de todo esos quinta vez que vivimos por aquí y de todas las primeras veces de algo, porque sigue habiendo primeras veces en nuestras vidas en Boston, sigue habiendo ilusión y ganas de seguir descubriendo y de seguir sumando nuestro sexto otoño, nuestro sexto Acción de Gracias, nuestras sextas Navidades por Boston.

Para ser sincera, más por mi parte, ya que Fran sigue pensando en California y en su querido San Francisco, del que hace unos días volvimos y del que con cada visita sé que le gusta menos... 😜

Esto me recuerda a cada vez que me decía de mudarnos allí y yo le respondía que "A mis 30 por Boston y a mis 35 por San Francisco", aunque lo segundo sin la fuerza de lo primero, y también sin las intenciones, sólo era algo tan lejano, que pensé que no llegaría hasta que ya ha llegado.

Siguiendo con los viajes y aunque este año no hemos salido de Estados Unidos, hemos aprovechado para viajar y repetir destinos que ya conocíamos y otros nuevos que tenía ganas de conocer.

Decoraciones de Halloween en Massachusetts

Tengo que reconocer que cada año me hace más ilusión la llegada de Halloween, y no es por la comida típica de esta celebración, ni tampoco por los disfraces, ya que solo me disfracé el primer año y no tengo mucha intención de repetir.

Normalmente me gustan más o menos las fiestas en relación con la comida que acompaña a cada una de ellas, quizás por eso en este caso no tenía mucho interés esta celebración para mí. Y eso que yo soy mucho más de dulce, me encantan las chucherías y los chocolates, pero los típicos americanos de esta celebración no están entre mis favoritos.

Ya os he hablado un poco sobre ellos en esta entrada, así que podéis volver a leerla, si no sabéis a qué dulces me refiero, pinchando en el siguiente enlace:

🍬  Caramelos de Halloween: Candy Corn

Tampoco soy muy fan de las calabazas, ni del sabor a calabaza que lo invade todo por aquí en estas fechas, aunque también tengo que reconocer que ya el año pasado disfruté por primera vez de una tarta de calabaza, cuando hasta entonces, ni podía con ellas.

Es la tarta de calabaza que cociné yo misma en una clase de cocina a la que asistí, aún tengo pendiente compartir con vosotros esa receta. 

ACTUALIZACIÓN

🍴  Receta de la Tarta de Calabaza

Creo que mi simpatía hacía esta celebración tiene más que ver con el clima, con el ambiente y el entorno otoñal de Nueva Inglaterra, y sobre todo con la época que comienza, la de las Holidays en Estados Unidos, y sí, las Holidays en mayúscula. 

Y esa época de vacaciones aquí, si viene acompañada de más cosas ricas, celebraciones en torno a banquetes, comilonas y esas cosas que yo tanto valoro. ¿Soy la única?

Ya os hablé en el blog sobre esto, pero por si no lo recordáis, una de las cosas que aprendí nada más llegar, fue esa diferencia, que al menos yo noté, entre el significado de la palabra Holidays, las vacaciones. 

Siempre que alguien se refería a las vacaciones, yo me iba directamente a la época del verano, creo que todo el mundo en España, ¿no?. Tenemos las vacaciones de Semana Santa y las de Navidad, pero si nos hablan solo de vacaciones, sin especificar, yo creo que la mayoría nos trasladamos al verano. Aquí por el contrario la época de vacaciones suele representar la época entre Halloween y Navidad, todo ese periodo en el que se concentran varias de las más importantes celebraciones americanas, con Acción de Gracias a la cabeza.

Y por ello, creo que entre el fin del verano, no soporto el calor y el comienzo de todo lo que representa el otoño de Nueva Inglaterra, esta es una de mis épocas preferidas del año y si empieza con Halloween, pues bienvenida sea esta fiesta.

Con Halloween vienen los disfraces, las calabazas y los dulces americanos, ya os he dicho que no soy muy fan de ellos, pero también las decoraciones, y este aspecto sí va más conmigo.

Supongo que todo el país se llena de calabazas y de decoraciones por Halloween, no es algo exclusivo de Massachusetts, pero creo que aquí se vive con un encanto extra y es que aquí se encuentra Salem, así que este estado juega con ventaja.

En esta popular localidad famosa por los juicios de las brujas, se vive Halloween intensamente, siendo el centro turístico por excelencia de la zona en esta época, y es que las celebraciones comienzan hasta un mes antes de la señalada fecha.

Para mí comienza a ser tradición visitar esta ciudad cada octubre, aunque algunos años me arriesgo a hacerlo el mismo día de Halloween, casi que es mejor elegir cualquier otro fin de semana como he hecho este año.

Otro consejo es no llevar el coche, ya que se puede llegar desde North Station en tren y es un viaje bastante corto, eso sí, mirar primero los horarios del tren porque no hay demasiados y si perdéis uno, os toca esperar bastante hasta el próximo. Aunque una vez en la estación de Salem, estaréis en el centro de la ciudad, sin problemas de aparcamiento y listos para descubrir esta ciudad en sus días más especiales.

King Arthur Flour: Visita a su Tienda Insignia

Como algunos ya sabéis yo soy restauradora profesional especializada en pastelería, así que todo lo relacionado con la gastronomía me interesa mucho.

Al mudarme a Estados Unidos, no solo encontré cambios en las medidas de peso o las recetas típicas, también me encontré con ingredientes diferentes y por supuesto, con muchas marcas nuevas que no conocía.

Una de esas marcas fue King Arthur, un nombre muy llamativo para una empresa proveedora de harinas, aunque también de ingredientes varios de repostería, libros de cocina y menaje entre otros artículos relacionados con este campo.

Comencé a usarla sin estar muy segura de su calidad, aunque parecía ser una de las opciones más comunes en todos los supermercados de la zona, así que me interesé por esta empresa y quise conocer un poco más sobre ella.