
Y entonces me doy cuenta de que son sólo dos años los que llevamos aquí. Sólo dos aunque siento que fuesen muchos más y esto lejos de deberse al cansancio o aburrimiento que nos hacen confundir cortos periodos de tiempo con largos e interminables, que sólo están en nuestra percepción. Se debe a que nuestra integración ha funcionado siempre con una actitud positiva y a que la ciudad nos ha acogido con los brazos abiertos.
Esta es una ciudad de paso, de estudiantes, de investigadores y eso la hace más abierta, más experta en su trabajo de recibir gente de todas las partes del mundo y de todas las culturas. No nos podemos engañar en que eso ayuda...
Como también ser uno más de la larga lista de personas que a diario se enfrentan a nuestros mismos retos, nos ayuda a todos a crear vínculos entre nosotros, incluso con otras personas de culturas muy diferentes a la nuestra, con las que de repente empezamos a sentirnos no tan diferentes, no tan extraños. Porque quizás extraños hubiéramos pensado que son las similitudes que nos acercan, que podamos encontrar entre nuestras culturas, pero eso fue antes, antes de encontrarnos aquí juntos, viviendo experiencias y superando retos similares.
Y este aniversario a diferencia del primero que pasamos Primer Aniversario no comienzo haciendo el recorrido fotográfico con imágenes de Estados Unidos de este último año, porque sin querer mis recuerdos me llevan a esos pocos días de vacaciones que disfrutamos en España este verano. Nuestro primer regreso a España desde que vivimos aquí y eso fue especial...
Supongo que en este caso, modificando la cita de Blaise Pascal, la memoria tiene razones que la razón no entiende...








































Y todo lo que me dejo que es mucho, muchísimo y todo bueno 😉
¡Y ahora nos vamos de cenita porque hay mucho que celebrar!.