
Ayer volvimos a vivir otra Super Bowl más en Estados Unidos y en esta ocasión también la disputaban los New England Patriots.
Este evento está considerado como uno de los acontecimientos sociales más importantes de Estados Unidos y muchas familias, amigos y hasta compañeros de trabajo se reúnen para ver el partido juntos.
Durante estas reuniones, lo normal es comer y beber una cantidad de comida desmesurada, además todo lo típico suele ser comida rápida o aperitivos nada saludables.
Se supone que es el segundo día del año en el que se consume más cantidad de comida y bebidas en Estados Unidos, por detrás de Acción de Gracias. Aunque yo hasta ahora nunca había tenido problemas para aparcar el coche en el supermercado, hasta este sábado y pocas veces lo he visto con las estanterías tan vacías.
Eso suele suceder normalmente cuando anuncian una tormenta del año en Boston, pero no lo había visto antes así de vacío, ni por Acción de Gracias.
Por cierto, me sorprendió bastante que la zona que más habían arrasado fuese la de las verduras, supongo que era la que menos estaban reponiendo y por eso las estanterías vacías eran tan evidentes.
Nosotros decidimos quedarnos en casa, ya que por varios motivos no me apetece mucho ver este partido en los bares y menos si lo juegan el equipo local. Además, el tiempo no suele acompañar los domingos de la Super Bowl en Boston y si hace unos años tuvimos una tormenta de nieve, Juno, este año no ha parado de llover.