Cena de Noche Buena y Navidad 2017 en Boston

Otra Noche Buena y Navidad más en Boston, la sexta para nosotros por aquí y esta ha sido una blanca Navidad, como las de las películas.

Ya había nevado antes de Navidad, pero nos había pillado de viaje fuera de la ciudad y hace unos días también cayeron algunos copos, aunque más agua nieve que nieve, así que en Noche Buena había restos de nieve en las calles, pero la mañana de Navidad amaneció nevando y hasta tronando. 

Después salió el sol y todo, si no hubiese sido por el viento, hubiese sido un perfecto día de Navidad. Aunque viéndolo de otra manera fue un perfecto día representativo del tiempo de Boston, truenos, lluvia, nieve, hielo, viento y sol en un solo día.

Este año como Noche Buena fue en domingo, no he dejado las compras para el último día, más que nada porque no sabía si iban a estar abiertos los supermercados, ya que parece que me estoy acostumbrando a esto de la improvisación. Además, desde aquel invierno que se nos rompió el frigorífico y nos lo cambiaron por el mini frigo que tenemos ahora, tampoco es que tenga mucho espacio para acumular cosas en casa.

El sábado por la mañana nos pusimos a recuperar el coche, que estaba congelado, envuelto en una dura capa de hielo. Después de conseguir abrir las puertas y retirar todo el hielo de los cristales principales, tuvimos que ir a por un matcha caliente y alguna galleta, para comenzar con la aventura de las compras navideñas.

No suelo comprar galletas decoradas, pero vi esta preciosidad en el Starbucks y no me pude resistir, incluso sabiendo que el jengibre no es mi sabor preferido. Y así fue, demasiado sabor fuerte a jengibre en una galleta con chocolate, pero fue una buena manera de entrar en el modo navideño.

Este año quise hacer la compra en el Wegmans, la cadena de supermercados que poco a poco se está introduciendo en Massachusetts y que cada vez me está gustando más. Primero conocí el supermercado que tienen en Chestnut Hill, aunque una amiga me recomendó que fuese al de Northborough porque supuestamente es mucho más grande, me pilla demasiado alejado de casa. Iba de muy vez en cuando por allí, porque no está muy lejos, pero no suelo frecuentar esa zona mucho. Después abrieron el de Burlington y a ese sí suelo ir con más frecuencia y ahora acaban de abrir uno en Medford, más cerca de casa.

Como las carreteras estaban congeladas, parecían pistas de patinaje, decidí ir mejor al de Medford que estaba mucho más cerca que el de Burlington desde casa y así comprobar si estaba bien.

Es bastante grande y tiene muchos aparcamientos, a pesar de ser el día antes de Noche Buena, no tuvimos problema para aparcar. En cuanto al supermercado, la verdad es que no eché en falta nada, pero me pareció más incómodo que el de Burlington para hacer la compra, quizás es sólo que ya estoy acostumbrada a la organización que tiene el otro.

Fui con idea de comprar algo de carne, aunque pensando en pasarme luego por la pescadería también.

La verdad es que este supermercado tiene buena variedad, comparada con otros supermercados de la zona, en carnicería. Tenía ganas de comprar algo de cordero, echo de menos una rica y tierna pierna lechal, pero aunque había variedad de piezas de cordero, eran todas de Australia y definitivamente no me gusta el cordero australiano. Con la buena carne de cordero que tenemos en España y tienen que traer eso de Australia 😭

Al final terminé comprando una pieza de las más pequeñas que encontré de costillas deshuesada para asar que ya venía sazonada con pimienta y con gajos de ajos enteros incrustados.

Los americanos son tan prácticos que ya la venden hasta en el envase en el que se puede hornear y como veis en la foto, hasta con las instrucciones para cocinarla.

Sólo las acompañé con unas patatas baby asadas boca abajo, cebollitas blancas y zanahorias multicolor.

La verdad es que como cada año formo un lío enorme en mi mini cocina con tanto cacharro y sobre todo lavando y secando a mano toda mi vajilla de Navidad de Lenox, que por nada del mundo la meto en el lavavajillas, pues se agradece algo fácil y sencillo.

De todas formas y aunque no estaba mal, prefiero volver a los menús de los años anteriores y además de comprar la pieza con hueso, sazonarla yo.

Mucho más sabrosa las piezas de Beef Standing Rib Roast con mostaza y ajos que preparé algunos años anteriores, como la pasada Noche Vieja.

🍴  Cena de Noche Vieja 2016 en Boston

Lo que encontré fueron muchos platos listos para servir o sólo calentar y servir. Había una gran variedad de platos de verdura, carne, pescado y marisco y me dio por probar algunos.

Aquí quien no prepara una cena de lujo, no es porque no sepa cocinar, porque en los supermercados hay casi más opciones preparadas, que ingredientes para cocinar nosotros.

Entre todo lo que encontré me traje unas vieiras en concha rellenas que sólo había que ponerlas en la plancha unos 10 minutos y listas.

Estaban buenas, aunque no me fijé que llevaban queso, así que fueron enteras para Fran.

Unas patas de King Crab o Cangrejo Real que ya vienen cocidas y listas para consumir.

Yo lo único que tuve que hacer es calentarlas un poco en el horno y servirlas con ajos fritos laminados, pimentón y guindilla molida.

También compré una pieza de Beef Wellington, aunque fue demasiada comida y lo tuve que reservar para otro día.

Después de todo lo que compré y aún sabiendo que era mucha comida, no pude evitar seguir con mi plan original e ir a ver que tenían en la pescadería de Cambridge a la que suelo ir siempre.

Este año me he encontrado con menos variedad que otros años y ni había pulpo, ni gambón extra grande, ni tampoco ningún tipo de gambas con cabeza.

De todas formas compré unos mejillones salvajes, almejas y vieiras.

Los mejillones y las almejas los usé para hacerlos con salsa de tomate con almendras. Este año los he hecho un poco más "caldosos" que el año pasado y además, le he añadido a este receta carne de cangrejo.

Ha sido el plato más elaborado que he preparado para estas navidades y eso que era sencillo y estaba espectacularmente rico.

Los mejillones y las almejas estaban muy sabrosas, pero la salsa de la receta de mi madre de los caracoles le va genial y a falta de caracoles por aquí, buenos son los moluscos.

Este año he aprovechado para servir este plato en una de las piezas nuevas de la vajilla de Navidad que me he comprado.

Las vieiras que compré en la pescadería, las hice a la plancha, sencillas con un poco de perejil y ajos, porque hice alioli casero y con eso era más que suficiente.

Compré las que están rotas, porque son las mismas, pero su precio es mucho menor sólo por no ser las piezas más grandes o bonitas.

También preparé un cóctel de gambas con salsa rosa y piña. Como tenía una lata de carne de cangrejo, sustituí los palitos de surimi que suelo usar, por carne de cangrejo de verdad.

Mucho mejor así, sin duda, aunque eleva mucho el precio del plato, pero es Navidad.

También probé algo nuevo al hacer la salsa rosa, más que nada porque no tenía kétchup, así que usé tomates cherry y los batí enteros con la mayonesa casera. Me ha gustado la idea y creo que a partir de ahora voy a prescindir del kétchup para prepararla.

Este año no me he esmerado mucho en la decoración, solo un poco de tobiko negro, las huevas de pescado que se usan en el sushi, que además de decoración le da más sabor a mar al plato.

Otra de las elaboraciones que he hecho este año ha sido el sorbete de limón.

Este año tenía marisco y carne en el menú, así que quería incluir granizado o sorbete de limón para limpiar el paladar, pero me olvidé de comprarlo como otros años.

En España lo hacía siempre yo, además hasta iba a coger los limones del árbol. Aquí como ya veis me he ido adaptando gradualmente a la cultura de comprar las cosas listas. ¡Qué voy a hacer si me adapto a las comodidades así de bien! 😜

Afortunadamente aún me queda ganas de hacerlo yo misma antes de quedarme sin él y la verdad es que ahora que he recordado lo bueno que me sale, no sé si voy a volver a comprarlo de nuevo. Ya veremos como va evolucionando esta adaptación cultural que estoy experimentando en el futuro.

Ha sido gracioso porque se me rompió el exprimidor y me las tuve que maravillar para sacar todo el jugo posible de los cinco o seis limones que tenía en casa y eso que necesitaba reservar alguno para otras cosas como la salsa rosa, alioli y los platos de marisco.

Lo que hice fue rallar uno entero y el resto los pelé bien intentando que solo quedase la pulpa. Luego batí la pulpa en la NutriBullet y la colé para que quedase solo el zumo, aunque le añadí un poco de la pulpa también al zumo y lo que había rallado de la piel.

Hice un jarabe con medio litro de agua y 200 gr de azúcar, lo dejé enfriar y lo mezclé con el zumo de limón. Después es solo dejarlo en el congelador e ir sacándolo de vez en cuando para darle la textura del granizado.

Justo antes de servir,  monté una clara de huevo a punto de merengue y lo mezclé bien con ayuda de las varillas de la batidora con el granizado. Así de sencillo, sin colorantes, ni conservantes y con el punto de azúcar que nos guste más, simplemente variando un poco la cantidad de jarabe.

También usé las copas nuevas, otra incorporación más de la vajilla de Navidad de Lenox de este año. Ya tenía algunas copas, aunque si seguís el blog ya sabréis que el año pasado compré algunas otras por internet en el Macy's y me llegaron rotas.

Este año me he vuelto a arriesgar porque estaban tiradas de precio y aunque no han llegado rotas, tampoco están perfectas. 

Los adornos son como pegados, es decir no están grabados en el cristal, y algunos tienen pequeños desperfectos, que no son muy notables, pero que no me gustan. Igual pasa con el borde dorado que tanto me gusta de este juego, pero este año no las he devuelto, me doy por vencida.

La verdad es que esta vajilla me encanta, creo que se nota, pero las copas aunque son bonitas, no son las que más me gustan. Me enamoré de unas de Crate and Barrel con unos grabados muy bonitos y compré dos de balón y dos de flauta, pensando en ir ampliándola poco a poco cada año.

Por desgracia aún no sabía que algunas de estas tiendas, varían sus artículos cada año y si no las compras en el momento, ya no las puedes encontrar más. Una pena, no solo porque hay que comprarlo todo el mismo año y suelen ser artículos caros, es que además si se rompe alguna pieza, ya te quedas con el juego cojo.

Esto es una ventaja de Lenox, aunque saque colecciones nuevas, siempre puedes reponer la piezas que se rompan o añadir nuevas piezas a la vajilla, por muchos años que tengan.

Este año he encontrado bastantes ofertas de esta vajilla en el Black Friday, tanto por internet, como es el caso de las copas, como en las tiendas físicas. Así que mi juego de la vajilla ha crecido considerablemente y entre mis nuevas adquisiciones, he comprado dos platos de postre con nuestra inicial, una de las novedades de este año.

Lo único que este año no he encontrado ninguna pieza de esta vajilla en los Marshalls, aunque supongo que las ofertas que ha tenido el Macy´s de hasta el 75% de descuento y con regalos de algunas piezas con compras superiores a cierta cantidad, no les quedaba mucho margen de descuento más.

Para decorar la mesa he usado muchos brillos, no tengo remedio, me encantan. Con esta vajilla, la mesa ya no necesita mucha más decoración, aunque disfruto poniendo cosas encima y como es grande y solo somos dos comensales, tengo espacio para hacer de las mías.

Este año he usado los árboles blancos de papel con luz que compré el primer año en Ikea y me encantan.

Le he añadido algunos artículos brillantes que ido comprando estos últimos años en el Michaels, cada vez que paso por esa zona de la tienda en Navidad y veo los brillos, me vengo con alguna a casa. Nota para el futuro, tengo que empezar a evitar esa zona todo lo que mi débil voluntad me lo permita...

El mantel también fue una adquisición de amor a primera vista, es de la marca Ralph Lauren y como los otros que tengo de marcas, los encontré barato en el Marshalls.

Como aquí no consigo, por alguna razón que no entiendo, deshacerme de las manchas de comida en los manteles y este me gusta muchísimo porque además tiene dorado y brilla, 😁  pues siempre le ponía un plástico para protegerlo.

Lo del plástico trasparente era muy práctico para despreocuparme de manchas, pero las fotos salían muy mal por los reflejos. Este año decidí arriesgarme y por supuesto, Fran lo ha manchado, pero bueno afortunadamente ha sido una pequeña mancha y espero que no se note mucho.

Y no me olvido del postre, lo dejo para el final aunque este año hayamos empezado las fiestas con el dulce.

Empezamos por la mañana metiendo la mano en la bandeja de chocolates y turrones y así seguimos, hasta que no quede ninguno.

No he cocinado nada de postre, sabía que era demasiada comida ya y todos los años nos lo tenemos que dejar. Además con todos los turrones y chocolates españoles que hemos encontrado este año por aquí, creo que era demasiado azúcar hasta para nosotros.

Tampoco me podían faltar entre tanto productos español los Ferrero Rocher porque como ya he dicho en varias ocasiones en el blog, me recuerdan a las navidades y a mi abuela. Ella siempre me los ofrecía nada más llegar a su casa cuando la visitaba en estas fechas y me decía que los tenía escondidos y reservados para cuando yo llegase.

También en Acción de Gracias hice varias tartas y después de tal cantidad de dulces y todo lo que hemos comido en los viajes que hemos hecho entre las pocas semanas que separan Acción de Gracias y Navidad, creo que estaba más que justificado "saltarnos" la tarta.

Pero por si acaso... y por si los turrones y chocolates no eran suficiente dulce y nos quedaba algún hueco más.... Valeeee, también por lo que me dijo Fran aunque no se lo admitiese en el momento, lo compras porque te gusta la piña de madera.

Es que es muy chula, ¿verdad?

Y esto ha sido todo nuestro menú de Noche Buena y de Navidad, que en realidad nos ha durado un poquito más porque quitando el viernes que fuimos a cenar con los amigos españoles que no se han marchado a España por vacaciones, pensamos invernar en casa unos días y no salir ni a la puerta de la casa.

Bueno... ya veremos que pasa después de estos días de relax que si el tiempo lo permite haremos alguna excursión por la zona antes de que termine el año.

Y como cada año, cuando sí saldremos será en Noche Vieja para ver las esculturas de hielo y los fuegos artificiales de la First Night de Boston.

Si alguno os habéis quedado por aquí y no sabéis que hacer en Noche Vieja, nosotros iremos con unos amigos después de cenar por las zonas de la First Night. Compartiré el plan en el grupo de Facebook que tenemos vinculado a la página de Facebook del blog, pero que es totalmente independiente y es solo para proponer planes y quedadas y al que estáis todos invitados.

Grupo Social de Españoles por Boston

No hace falta que sigáis el blog, ni la página del blog en Facebook, aunque se agradece, lo único que se pide para ser miembro es que no se haga ningún tipo de publicidad y se use solo para el propósito que se ha creado. Ya he explicado muchas veces los motivos, pero no me importa volverlos a explicar por privado o en persona.

Si no conocéis nada sobre este evento, podéis ver mis fotos de las anteriores First Nights de Boston en el blog, aquí os dejo el enlace a la del último, la del año 2017.

🎉  First Night en Boston 2017

¿Cómo y dónde celebrasteis vuestra Noche Buena y Navidad?

¡¡No olvidéis comentar!!

¡Feliz Navidad a todos¡ 🎄🎅